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Los hongos mágicos "resetean" el cerebro... Cuando el tratamiento convencional no funciona, la psilocibina podría ser una buena opción para tratar a las personas deprimidas

Los "hongos mágicos" podrían ser un nuevo comienzo para personas seriamente deprimidas que no responden a tratamientos convencionales, según una nueva investigación del Imperial College de Londres. Los hongos, cuyo ingrediente activo es la psilocibina, hacen un "reset" o reinicio de circuitos clave del cerebro que han sido observados como importantes en la depresión. 

En el estudio, las imágenes cerebrales mostraron cambio en la actividad cerebral antes y después de la ingesta de psilocibina; ello fue acompañado de una reducción duradera de los síntomas de depresión, hasta 5 semanas después del tratamiento. Esto es altamente prometedor, ya que los antidepresivos usualmente deben tomarse todos los días y aquí, en cambio, los investigadores notaron beneficios con sólo dos tomas de psilocibina. Los escaneos MRI revelaron menos flujo sanguíneo en áreas del cerebro como la amígdala, ligada al procesamiento de respuestas emocionales, miedo y estrés.

Curiosamente, los participantes usaron reiteradamente la analogía de una computadora que ha sido reseteada, reiniciada o también desfragmentada. Los mismos médicos sugieren que:

la psilocibina podría dar a los individuos el temporal empujón que necesitan para reiniciar y romper con sus estados depresivos, y de hecho, los resultados de estas imágenes apoyan esta analogía de un 'reinicio'. Efectos similares han sido observados con terapia electroconvulsiva.

Así que los hongos podrían ser el shock eléctrico que algunos individuos necesitan para salir del fango depresivo. 

Los doctores advierten, por otro lado, que la gente no debe automedicarse, pues, además de que los hongos mágicos son ilegales, las condiciones terapéuticas en las que se toman estas sustancias bajo supervisión médica podrían ser importantes en relación con el efecto positivo, y podría ser peligroso tomarlas sin dicha supervisión. En la incipiente ciencia psicodélica, se han desarrollado ya protocolos que revelan la dosis justa para una experiencia transformadora y una metodología que incluye cierta música clásica y oriental.