*

Estas secreciones humanas son capaces de producir electricidad gracias a la proteína lisozima, la cual puede tener reacciones eléctricas cuando se encuentra bajo presión

Las lágrimas, el sudor y la saliva son fluidos que tienen una función en el cuerpo humano. Por ejemplo, las primeras fungen como regulador psíquico o protector de contaminantes; el segundo, como regulador de la temperatura corporal; la tercera, como protector de objetos y contaminantes en la zona bucal. Sin embargo, muy poco se sabía acerca de la propiedad de producir electricidad de estos tres fluidos.

Según las investigadoras físicas Aimee Stapleton y Tofail Syed, de la Universidad de Limerick en Irlanda, estas secreciones humanas son capaces de producir electricidad gracias a la proteína lisozima, la cual puede tener reacciones eléctricas cuando se encuentra bajo presión. Se trata de una enzima que ayuda a romper las paredes bacteriológicas de las células, pero en condiciones con la suficiente manipulación ambiental, es capaz de producir una carga eléctrica. Es decir, al aplicar un poco de presión en cristales de lisozima, se genera la piezoelectricidad –una carga eléctrica que se acumula como reacción de un estrés mecánico.

En palabras de Stapleton:

Pese a que la piezoelectricidad es usada regularmente, se desconoce realmente cómo esta proteína en particular es capaz de generar electricidad. Dado que es materia biológica, no es tóxica y por lo tanto puede usarse de múltiples formas innovadoras, tales como capas electroactivas antimicrobios para implantes médicos.

La novedad de este tipo de electricidad, con base en los cristales lisozimas, es que provienen de la naturaleza misma y por lo tanto es energía ecológica –a diferencia de la energía derivada de los cuarzos. Por esa razón, esta nueva perspectiva permite comprender la existencia del ser humano de manera orgánica mediante unas estructuras jerárquicas complejas como pieles, células y polipéptidos.

Por supuesto, mencionan las investigadoras, se requiere una mayor investigador al respecto; sin embargo, se pretende desarrollar una nueva era de electrónicos flexibles y ecológicos, así como nuevos tipos de implantes que liberen medicamentos en el cuerpo desde el interior de la piel.