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El humor, la panacea de los inteligentes y los tristes

Buena Vida

Por: Jimena O. - 10/10/2017

La habilidad de reírse de la vida o de un buen chiste es una fuente de satisfacción que influye, a su vez, en la manera de percibir la vida

De acuerdo con la vox populi, una relación de pareja tiene mayores probabilidades de permanecer junta si el humor acompaña la cotidianidad entre ambos. Sin embargo, ¿por qué el humor es tan importante en la vida de una persona? El humor -una reacción perceptual cuando se encuentran inconsistencias entre la realidad y la expectativa- brinda una cantidad gratificante de dopamina, causando no sólo la risa sino también una oleada de bienestar.

Desde una perspectiva neurocientífica, las regiones del cerebro que se activan frente a los estímulos graciosos son el área ventral tegmental, la amígdala y el núcleo accumbens. Estas mismas zonas se relacionan con el circuito de recompensa dopaminérgica y, por lo tanto, con una reducción significativa del estrés y un mayor desarrollo cognitivo –reflejado en el nivel de inteligencia. Es decir, el humor influye significativamente en los niveles de felicidad de una persona.

La habilidad de reírse de la vida o de un buen chiste es una fuente de satisfacción que influye, a su vez, en la manera de percibir la vida. En consecuencia, una manera lógica de reducir los niveles de estrés cotidianos y los síntomas iniciales de depresión es mediante la risa: una comedia, reírse de eventos divertidos, aligerar el nivel de seriedad eterna… De hecho, algunos expertos aseguran que un ejercicio emocional más efectivo que la meditación o la música calmada es la comedia. Por ejemplo, ver una comedia es tres veces más efectivo para reducir los síntomas de ansiedad que estar sentado escuchando música tranquila. La risa que surge de este momento se convierte en una carcajada resiliente, aquella que alivia en los momentos más difíciles de la vida.

Si bien tener un poco de humor no solucionará el conflicto al que nos estamos enfrentando, podrá constituir una herramienta terapéutica que los psicólogos recomiendan: el reframing. Es decir, cambiar nuestra perspectiva frente al problema prestando atención a estímulos corporales, al momento del aquí y del ahora, liberando la suficiente cantidad de endorfinas como para que físicamente se reduzca el dolor de la congoja y el estrés. La idea principal es distraer momentáneamente a la mente para que, al regresar a la angustia, se permita cambiar de perspectiva para enfrentar el problema.

Entre los beneficios del humor y la carcajada resiliente que han encontrado los científicos están:

– la mejoría de la comunicación,

– la construcción de la confianza,

– un mayor nivel de atención y enfoque,

– el fortalecimiento del sistema inmunológico,

– una mayor expectativa de vida,

– aumenta el nivel de atracción y de intimidad con la pareja,

– reduce la incidencia de peleas y tensión en las relaciones de pareja,

– mejora el proceso de creatividad y de negociaciones.

En otras palabras, el buen humor y la risa son capaces de mejorar la calidad psicoemocional de un individuo, una relación de pareja, una familia e incluso de una empresa en general. Se trata de una actividad que influye desde en las conexiones neuronales hasta en las relaciones académicas, profesionales y amorosas. De alguna manera, el humor es una pomada para el cerebro y que alivia casi inmediato los malestares del alma. Después de todo, ¿no siempre nos sentimos mejor después de reírnos?