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Las catástrofes dejan una huella en la psique

El síndrome o trastorno de estrés postraumático (en adelante TEPT) se considera un trastorno mental asociado, como su nombre lo indica, con algún trauma significativo en el desarrollo y la vida psíquica de una persona. En general se caracteriza por la coincidencia de distintos síntomas cuyo origen pueden rastrearse hasta la ocurrencia de un evento traumático, usualmente uno que implicó daño físico, amenazas o peligro para la persona.

El TEPT se ha observado en soldados expuestos a acciones de guerra, niños que sufrieron violencia intrafamiliar, personas que fueron torturadas, mujeres que sufrieron algún tipo de acoso sexual y otras situaciones afines, de las cuales no es posible excluir a quienes atravesaron por una catástrofe imprevisible (natural o social) que implicó la muerte de uno o varios series queridos, la pérdida del patrimonio familiar, la necesidad de desplazarse a otro lugar de residencia, etcétera.

Entre los signos más notables del síndrome de estrés postraumático se encuentran, según Francisco Martínez León, jefe del programa de atención psicológica a distancia de la UNAM, estos tres que pueden servir como una guía breve y expedita para reconocer a personas que pudieran estar padeciéndolo. A saber:

 

1. Hipersensibilidad al entorno

Cualquier movimiento que antes nos parecía normal, ahora nos parece que es un sismo o tenemos la sensación constante de movimiento. Esto no es un acto consciente, pero estamos prestando atención a cosas que normalmente no nos causan impresión.

 

2. Ansiedad exacerbada

“La ansiedad después de un sismo nos trae muchos signos físicos que son más evidentes cuando hay rigidez muscular, dolores de cabeza e insomnio prolongado”. Además de estos que menciona Martínez, también se sabe que reacciones como los ataques de ira, la dificultad para conciliar el sueño y para concentrarse y la irritabilidad se asocian con el TEPT.

 

3. Pensamientos de desolación constantes

"Se piensa constantemente sobre qué va a pasar o qué va a ser de uno en la posibilidad de una réplica, y se tienen constantes recuerdos del evento”. Martínez León menciona este síntoma en relación con el terremoto del pasado 19 de septiembre ocurrido en México, pero en general los “pensamientos negativos” y las evocaciones del trauma sufrido son característicos del síndrome.

 

En cuanto al tratamiento que, en lo inmediato, puede recibir una persona afectada por TEPT, Martínez León ofrece estas recomendaciones:

Escuchar música suave, pintar, hacer actividad física leve que no implique salir a la calle, evitar tener contacto con las imágenes de derrumbes posterior al sismo y tener charlas con los amigos sobre cómo se sienten es importante.

Agrega, además, que el llanto es totalmente normal después de haber pasado por una experiencia traumática. Con todo, es necesario atender esta tristeza derivada del duelo, pues fácilmente puede convertirse en depresión. 

Cabe resaltar, por último, que en ningún caso se recomienda la automedicación y, más bien, hay que buscar la ayuda de un profesional de la salud psicológica que nos ayude a atravesar por esta experiencia.

 

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*Si te encuentras en México y necesitas atención psicológica puedes llamar al teléfono 4161 6041, en donde la Universidad Nacional Autónoma de México ofrece asistencia.

Con información de Verne