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La magia bella vs la hechicería chatarra en los tiempos digitales: entrevista con el creador visual Gabriel Reyes

Arte

Por: Psicanzuelo - 06/13/2017

Gabriel Reyes es un cineasta independiente que conozco desde hace muchos años, unos 20 más o menos. Desde que lo conozco era un gran dibujante con creaciones grotescas a la Robert Crumb. Desde entonces se dedicaba a hacer animaciones en plastilina, cuadro por cuadro, donde el sonido era parte importante de la misma obra VHS. En fin, después vivió en Francia e Irlanda y siguió haciendo obra surrealista, por llamarla  de algún modo, y oscura, más cercano a lo que los americanos llaman “weird literature”; pero sus cortometrajes ya involucraban “actores”. No es sorpresa que Gabriel esté tan presente en la escena del cine underground y de festivales mexicana. Gran parte de su obra la ofrece al que la quiera ver gratis por YouTube. Tuve la oportunidad de entrevistarlo recientemente.

¿Qué es Magos y conjuros?

Es una serie de seis capítulos sobre una mujer que aprende a luchar utilizando magia. Ella tiene deseos de pelear contra otros magos porque le es placentero entablar batallas usando poderes mágicos. La serie completa se encuentra en YouTube y se puede ver de manera gratuita.

¿De qué manera se relaciona con juegos de rol como Calabozos y dragones, y con juegos de computadora como Street Fighter y series como Dragon Ball Z? ¿Por qué hay un espíritu bergmanesco? ¿dónde radica?

La magia es una forma de poder gratuito que adquieren personajes de muchas mitologías. Dragon Ball y Street Fighter son historias de batallas espectaculares. En mi adolescencia jugué mucho Street Fighter 2, específicamente la versión The New Challengers y Mortal Kombat 3 Ultimate. Eran mis juegos de video favoritos. En cualquier esquina había juegos de video en la época de oro de las “maquinitas” y existían las arcadias (arcades) que eran locales decorados un poco como discotecas oscuras en donde la luz de esos lugares provenía esencialmente de las coloridas pantallas de los juegos. Street Fighter fue un enorme éxito y ahí es donde comenzó la era de los juegos de video de combate de dos personajes que pelean uno contra uno en vez de enfrentar a una legión enorme de enemigos como Contra, Metal Slug, Super Mario, etc. El éxito de Mortal Kombat y Street Fighter fue imitado por Killer Instinct, Fighting Viper, Virtua Fighter, Tekken, King of Fighters, Marvel Vs Capcom, etc. La era de las maquinitas disminuyó mucho cuando las consolas de juegos de video para uso doméstico mejoraron y los usuarios comenzaron a comprar cualquier juego para uso doméstico. El juego DOOM fue el paso decisivo para crecer enormemente el mercado de juegos de video en dirección del uso doméstico en computadora personal. Gran parte de los juegos de video nuevos y de todas las épocas se pueden jugar hoy en día por computadora. Quedan algunas arcadias en los cines y en algunos locales independientes pero en general la era del juego de video en esos mágicos lugares ha terminado.

Los juegos de video de batalla tienen siempre alguna historia, alguna manera de justificar por qué lucha cada personaje. Magos y conjuros comienza con el deseo de una mujer por luchar por el simple placer de hacerlo. El mundo de Magos y conjuros no es precisamente el tipo de temática de una película de acción o fantasía cercanos a los clichés del cine comercial.

Magos y conjuros presenta situaciones surrealistas y que comprenden algún motivo de reflexión moral, derivando en disertaciones que salen de los parámetros de las leyes filosóficas del cine mundial de superhéroes. El cine de fantasía comercial está orientado para darle gusto a los deseos de las masas. Magos y conjuros está hecho para ser una experiencia estética cercana a los sueños en donde se explora la moral humana en las oscuras profundidades del deseo primordial. Soy muy fan de Ingmar Bergman y sus geniales películas. Esa atmósfera de limbo oscuro en donde todo es posible me inspira mucho. El blanco y negro me remite inmediatamente a la fantasía de los sueños. Me gusta mucho el cine y el blanco y negro siempre ha sido uno de los vehículos mas bellos que conozco para pintar un cuadro en movimiento que nos lleva a momentos oníricos. Bergman es un cine intimista que también navega hacia el interior de la mente de los personajes. El universo interno es infinito y nos presenta muchas posibilidades dentro de la angustia, los miedos, las preocupaciones y el mar de los sentimientos. Esa arena de batalla es sumamente interesante para mí.

¿Por qué ofreces tu contenido gratuito y no entras ni aplicas a festivales? ¿Eres escéptico de los festivales? ¿quieres que la gente vea tu obra?

1.

Soy muy escéptico de los festivales. Para estar dentro de estos certámenes hay que crear obras orientándolas a propósito para ganar. La manera más común de hacer películas con la esperanza de ganar un concurso de cine es haciendo obras de valor moral de manera muy obvia. Si la película es como un panfleto institucional que promociona algún gesto humanista que realce el bien común entonces hay posibilidades de éxito en el medio de los festivales. Un ejemplo directo es la película La vida de Adele (Abdellatif Kechiche, 2013). La obra tiene un mensaje de tolerancia y aceptación hacia la comunidad gay. Esa idea es buena pero la factura de la película es mediocre. Esa película es larga y tediosa. El estilo del director es muy de película para televisión sin mucho que aportar del lado estético. Yo vi la aclamada pieza sobre todo por ver a Léa Seydoux actuando. El año en el que se presentó en Cannes La vida de Adele la sociedad francesa estaba en una batalla verbal y mediática en las calles de Francia en contra de un grupo grande de extrema derecha cuyo propósito era reprimir a la sociedad LGBT. Esa batalla continúa pero en ese año esa situación era el ojo del huracán en la prensa francesa y europea. El jurado dio la máxima presea del festival más importante del mundo a una película y lo hizo de manera comprometida con la situación social del momento. El lado estético, el guión, la música, la calidad general de la película fueron elementos secundarios, lo que ganó fue la temática de la obra fílmica. A mi juicio la mejor película proyectada ese mismo año en Cannes fue Les salauds de Claire Denis, presentada en la sección Un Certain Regard del festival francés.

2.

El tipo de juicio con el que ganó la obra de las dos bellas jóvenes que se aman lo tienen muchos jurados de festivales en todo el planeta. No me parece el más acertado.

Cuando hago películas no tengo la costumbre de hacerlas con la intención de ganar concursos. En México gran parte de los cortometrajes y largometrajes se hacen a la medida de lo que esperan los jurados de cada festival con la esperanza de obtener un premio. El concurso se vuelve más importante que la película.

Me interesa mucho que mi obra esté al alcance del público. Me interesa saber que las películas que dirijo puedan llegar a cualquier persona, no sólo al público de festivales que por lo general son siempre las mismas personas, o sea cineastas e intelectuales cercanos al quehacer fílmico nacional e internacional. Yo mismo disfruto mucho atender a festivales, es la única manera en la que me gusta viajar. Esperar a que un festival acepte mi obra es un poco tedioso y en lo que me dan una respuesta ya hice otra película. Es frecuente que los comités de selección de los festivales ni siquiera vean las películas enviadas. El criterio de selección de los festivales nacionales de cine es un misterio.

Es interesante tener una manera directa de distribución fílmica en la que se tiene un contacto escrito con el público. Cualquier persona puede dejar su opinión en una red social como YouTube.

Yo mismo busco contenidos audiovisuales frecuentemente en YouTube. No soy fan de Vimeo porque ellos mismos dicen que Vimeo es la red social de los cineastas. Eso es más de lo mismo, cine para cineastas. Mi cine es para cualquier persona, también para cineastas pero no tiene el exclusivismo de Vimeo o de algunos festivales que son sobre todo para gente de cine. Hay festivales que han logrado hacer un festejo del séptimo arte muy amigable hacia el público general como por ejemplo el Guanajuato Film Fest (GIFF) o el festival de cine de Tlalpujahua, el FERATUM. Ambos festivales funcionan a la perfección con el público dado que sus funciones son gratuitas y su programación es atractiva para mucha gente. El público que atiende ambos festivales disfruta mucho el momento del año en el que llegan porque saben que pasarán cosas buenas e interesantes de manera gratuita, es un regalo para la población local y para los visitantes que hacen turismo con el festival siendo el motivo de su viaje en muchas ocasiones.

Las ideas que tengo para películas son espontáneas, no van a la par de las temáticas sugeridas por los cánones morales generales o por los temas lanzados y requeridos por algún festival o concurso. Así es como he escrito y dirigido cortometrajes desde que tengo 15 años. En realidad todo comenzó como un juego personal.

3.

Y así lo he llevado a cabo al pasar de los años y he descubierto que los cineastas que elaboran sus obras con el mismo nivel de capricho que yo algún día llegan a crear cosas muy buenas. No estoy a la altura de esos cineastas pero su trabajo me inspira.

El cine comercial me interesa. Quiero hacer cine comercial de calidad que pueda ser considerado como un cine autoral pero que pueda conmover a espectadores de todo tipo. Como el cine de Stanley Kubrick. No creo llegar jamás al nivel de calidad de ese genio pero quiero hacer películas con una estructura de narrativa mas derecha que no sea necesariamente surrealista. Para mi el divertir no es algo peyorativo, al contrario. Si no hay diversión no hay experiencia cultural completa.

Ya hice una película un tanto contemplativa llamada El cincel pero no quiero hacer cine contemplativo. El cine contemplativo me parece vacuo por su factura y es meramente ornamental a pesar de llevar tantas buenas ideas y buenas intenciones de por medio. Es nulo porque sólo le interesa a muy pocas personas. No tiene público.

¿Cuéntame si ha funcionando la técnica?

Magos y conjuros tiene muy pocos espectadores. Desde que hice mi primer largometraje, Sinfonía de la muerte, descubrí que el formato de largo suscita más interés. Sinfonía tiene 2 mil espectadores. La película que dirigí que tiene más espectadores hasta el momento es El amor no existe, con 4 mil. Son pocos pero ahí va la cosa.

Se pueden generar views con mierda, ¿por qué no hacerla?

Porque no es algo decoroso y el mundo ya está lleno de contenidos chatarra como los que generan muchos blogueros. Estoy haciendo un esfuerzo por hacer una creación audiovisual con calidad y que represente una experiencia estética buena que además aporte planteamientos dramáticos interesantes que aporten más de lo que pueden generar los contenidos fáciles de YouTube.

Tienes una amistad con Amat Escalante de muchos años, hay un trabajo conjunto en las películas que él dirige. ¿Guión y actuación, cuál es la experiencia? ¿desde cuando se conocen, por qué y por qué colaboras?

Conozco a Amat desde la época de la secundaria. Nos conocimos en Guanajuato. Recuerdo que él hacía teatro-performance musical con su padre que es pintor y músico. Ellos representaban obras de teatro muy interesantes durante festivales y a veces fuera de festivales. Mi experiencia en Heli (Amat Escalante, 2013) ha sido la experiencia fílmica más grande que he tenido.

4.

El rodaje fue el más complejo en el que he participado y conocí a personas muy interesantes en ese proyecto. Tardamos casi 2 años escribiendo el guión. Actuar es muy divertido para mí. Siempre lo disfruto. Hay un detrás de cámaras de Heli de 45 minutos en el Blu-ray de Heli y otro de 30 minutos en el DVD. Ese detrás de cámaras lo dirigió Martín Escalante y es muy completo. También dirigí el casting de Heli.

 

¿En que consistió tu chamba en Histeria? Platícanos tu experiencia por favor.

Histeria (Carlos Meléndez, 2017) fue un proyecto muy interesante. Violencia urbana. El caos de violencia se da mucho en ciudad porque el lado salvaje del humano se vicia y se sublima con tantas oportunidades que hay para expresar brutalidad en la convivencia cotidiana. El humano es violento por naturaleza y la ciudad es un pretexto para luchar por nada, es una lucha neurótica en la que el humano afirma que prefiere destruir a construir. El humano puede ser oprimido hasta volverse tan vicioso como otros humanos que han sido violentados desde siempre. Lo poco común es encontrar gente que se comporta de manera pacífica a pesar de la adversidad. La hostilidad es la religión del individuo actual. Siempre lo ha sido pero ahora hay mas personas a quienes oprimir y por los medios de comunicación somos testigos cada vez más frecuentes de abusos constantes. Antes era igual pero no podíamos ver tantas cosas porque no existían las tecnologías para hacerlo. El abuso es tan frecuente hoy en día que sus variaciones son ya muy diversas. El catalogar todos los tipos de agravios llevados a cabo en plena conciencia del individuo sería una labor titánica y nos revelaría que este planeta es una especie de museo de la violencia.

 

Sobre el futuro: ¿fotografía, guión y dirección?

Me interesa mucho fotografiar, dirigir y escribir. Las tres cosas son muy importantes para el cineasta. Amat sabe todo sobre la fotografía. Yo llevo varias de mis obras fotografiadas por mi mismo y estoy dirigiendo la foto de un proyecto de cortometraje dirigido por una actriz con la que he trabajado en dos ocasiones, ella es Carolina Torres. Lo que más me gusta hacer en cine es dirigir.

 

Kurosawa hablaba de que antes que nada el trabajo del guionista era el responsable de la calidad de la cinta en su mayor porcentaje. ¿Qué tan importante es la dirección para que funcione un película según Gabriel Reyes?

El guión es importante pero lo más importante en una película es la dirección. Para mí el 90% de la calidad de una película viene de ahí. Una película dirigida de manera floja garantiza una mala película. El director es la base de la calidad de la película.

5.

El cine es un arte en el que intervienen muchos artistas pero es el director quien unifica el trabajo de todos los demás y le da forma a todo con sus decisiones. El director debe tener una idea muy clara de lo que quiere. De otra forma la escultura que es una película no alcanza a tener una forma bien definida. El sentido de la orientación caprichosa del director le da la personalidad específica a cada obra.

 

Twitter del autor: @psicanzuelo