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Slaveryfootprint.org te deja calcular cuántos esclavos has empleado indirectamente para tener los aparatos, ropa o artículos de lujo que te brindan el estatus y la comodidad del mundo moderno

El sitio Slaveryfootprint.org te deja calcular cuántos esclavos trabajan para ti en función de tus pertenencias y hábitos de consumo. Una persona de clase media en un país de desarrollo medio ha empleado a cerca de 50 eslavos en el curso de obtener sus pertenencias y consumir alimentos y energía. 

Si creías que vivíamos en un mundo en el que todo es democracia, gadgets que brillan pulcramente y miles de opciones en el supermercado, es hora de que despiertes. La esclavitud nunca terminó, sólo se transformó (y se ocultó detrás de los relucientes aparadores y los empaques "ecoconscientes" de la marcas más poderosas del mundo). Hoy la esclavitud existe como explotación laboral, sexual, racial; personas que son obligadas a trabajar 20 horas al día; personas que se ven forzadas a abandonar a sus hijos y realizar actos --como tener sexo-- que no desean. Se define la esclavitud como realizar un trabajo bajo amenaza de violencia sin paga o por muy poca paga. 

Visitar Slavery Footprint es una experiencia muy educativa no sólo porque descubrimos nuestra huella de esclavitud sino porque se nos bombardea con horribles datos de lo que le está ocurriendo al mundo mientras nosotros disfrutamos de nuestro iPhone de última generación por el cual pagamos más de lo que gana en todo 1 año un trabajador en una de las minas de coltán en África. Además el sitio plantea diferentes actos puntuales con los que puedes presionar a las corporaciones para que tomen medidas que realmente tengan efectos.  

Aprendemos ahí que:

Hay por lo menos 27 millones de esclavos en todo el mundo. Eso es más o menos la población combinada de Australia y Nueva Zelanda.

55% de los esclavos  son mujeres y 29% niños.

Save the Children informó de que 250 mil niños viven y trabajan en los hornos de ladrillos de Pakistán en completo aislamiento social

Cada día, decenas de miles de mujeres estadounidenses compran maquillaje. Cada día, decenas de miles de niños indios trabajan en minas de mica, que son las pequeñas sparklies en la composición.

Se cree que los rubíes son el segundo producto de mayor exportación de Birmania después de la madera de teca, y son comúnmente extraídos utilizando mano de obra forzada. Las minas son controladas por el gobierno o el ejército, que supervisan a los trabajadores en pésimas condiciones de poca o ninguna paga.

El coltán es un condensador eficaz que se encuentra en la electrónica. Un funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos fue entrevistado sobre la minería coltán en la República Democrática del Congo. Señaló el teléfono inteligente del reportero y dijo: "La probabilidad de que uno de ellos no fue tocado por un esclavo es bastante baja".

  

La idea que quiere difundir el sitio es que no se puede acabar la esclavitud sólo donando a caridades o haciendo actos medianamente positivos pero remotos y bastante cómodos como dar 20 dólares a una organización civil y luego olvidarse del asunto. Slavery Footprint y su satélite Made in a Free World enfatizan que para ayudar realmente a terminar con la esclavitud --si bien hacerlo es algo bastante lejano-- es necesario tomar decisiones en la vida diaria y consumir menos. Tener menos gadgets, menos joyas y menos prendas de ropa, por ejemplo, que son industrias que se caracterizan por emplear a personas en condiciones laborales inhumanas.