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Antes de decodificar el mensaje de un texto, nuestro inconsciente ya tiene una opinión formada acerca de lo que está leyendo

Los caracteres tipográficos están presentes por todas partes, desde libros hasta anuncios publicitarios: es gracias a ellos que podemos comunicarnos mediante mensajes de texto e informarnos en el ecosistema web. Pero como bien sabe cualquier diseñador editorial o gráfico, no todas las fuentes tipográficas sirven para lo mismo ni son apropiadas en cualquier ocasión.

Un caso frecuente es la aversión de los lectores asiduos a la tipografía Comic Sans, que suele ser despreciada o vista como muestra de un caracter infantil. ¿Por qué creemos que la Comic Sans es infantil y la Garamond elegante? ¿Tienen alguna base real estos supuestos?

No siempre somos conscientes de la carga psicológica asociada a las tipografías, a pesar de que estamos en contacto con ellas todo el tiempo. Por principio hay que diferenciar las tipografías serif de las sans serif, siendo las primeras más aptas para caracteres impresos y las segundas para entornos web. Esto es así porque las tipografías con serif ("patitas"), como la Times New Roman, tienen agregados que permiten a nuestro cerebro agrupar las letras de una palabra para leerla "de golpe", en lugar de letra por letra, que es lo que ocurre con las tipografías sin serif, como la Arial o la Helvetica.

Es por ello que el sitio Weemss creó este informativo infográfico para explicar algunas peculiaridades de las asociaciones más comunes a ciertas tipografías. Aquí algunos ejemplos de las asociaciones inconscientes que hacemos al observarlas.