A través de la historia los humanos han invertido tiempo, recursos y mucha energía en crear y atesorar aquellos objetos bellos. Sin embargo, la belleza está en el ojo que la mira y en ese sentido hay tantas versiones de ella como subjetividades en el mundo, aunque estas visiones individuales están relacionadas con macrotendencias de lo que culturalmente se considera bello y deseable, tanto en los objetos como en las personas. La belleza enamora, seduce e inspira, de tal manera que es algo que muchos aspiran a representar, aunque ello signifique poner su cuerpo bajo el bisturí. Los avances tecnológicos en la medicina han transformado los alcances de la cirugía cosmética durante las últimas 3 décadas logrando reducir los riesgos e índices de mortalidad así como resultados más impactantes, y todo esto ha contribuido a la popularización de la cirugía cosmética, por lo cual ya no es algo que únicamente hagan las celebridades; de hecho, en lugares como Estados Unidos uno de los “paquetes” más socorridos es el “mommy makeover” que intenta devolver a las mujeres la figura que tenían antes de embarazarse mediante diferentes procedimientos como implantes mamarios, liposucciones y abdominoplastias.
Puede ser que a algunos les parezca superfluo o innecesario someterse a una cirugía cosmética y que eso esté relacionado con una desaprobación cultural hacia la superficialidad y la vanidad, pero ello no es tan poderoso como la promesa de poseer el poder de la belleza o extender el tiempo de vida de la que se tiene. Por otro lado, ¿realmente existe algo inherentemente malo en querer modificar la apariencia personal? Esta es una cuestión sumamente compleja, porque por un lado las personas deben tener la libertad de decidir sobre sus cuerpos y su identidad y, por el otro, ¿realmente debería estar la autoestima subordinada a la imagen de esa manera? A pesar de esto, muchos pacientes han declarado sentirse mejor consigo mismos como consecuencia de su nueva apariencia, de forma tal que la industria ha seguido creciendo y hay lugares como Dubái, Tailandia, la India, Irán y Corea del Sur que reciben anualmente a numerosos visitantes que buscan realizarse estos procedimientos a menor costo. Desgraciadamente ello a veces significa ponerse en manos de un sistema con pocas o nulas regulaciones. Estos son cinco impresionantes procedimientos que gozan de popularidad alrededor del mundo.
1. Reconstrucción facial en Corea
Corea del Sur tiene el índice per cápita más alto de cirugía plástica en el mundo. Estos procedimientos son asequibles, eficientes y las instalaciones donde se realizan son modernas, así que es un destino para muchos visitantes en busca de cambiar su apariencia, tanto que ha sido llamada “la capital global de la cirugía plática”. Una de sus especialidades es la cirugía facial que crea narices más pequeñas y rectas (ya que los puentes nasales de los asiáticos tienen a ser más planos), ojos más grandes y redondos, mentones más afilados y cambios que a veces resultan radicales.
2. Alargamiento de extremidades en la India
Este es un procedimiento sumamente doloroso e invasivo pero puede añadir algunos centímetros de altura a quien se somete a él. Los principios en los que se basa han sido adaptados de técnicas utilizadas en cirugías ortopédicas para niños con crecimiento atrofiado. Las extremidades pueden ser estimuladas a alargarse utilizando una estructura de Ilizárov y sujetadores que es posible ajustar lentamente. Desafortunadamente los ajustes también son dolorosos, ya que las secciones de hueso apoyadas en la estructura son fracturadas quirúrgicamente; después, durante semanas se va incrementando la distancia del marco con la intención de que el espacio será llenado por un nuevo crecimiento de hueso. Uno de los riesgos de este tipo de cirugía es que los huesos no se fusionen, causando una infección crónica que puede llevar a la amputación. Esto es especialmente frecuente en los muchos procedimientos sin regulaciones que se llevan a cabo en la India.
3. Implantes de senos y glúteos y abdominoplastias en Brasil
Brasil ocupa el segundo lugar en el mundo en procedimientos cosméticos tanto quirúrgicos como no quirúrgicos, únicamente superado por Estados Unidos. La mayoría de las cirugías en este país sudamericano se tratan de implantes de senos y glúteos así como de mejorar la apariencia del abdomen a través del coloquialmente nombrado “tummy tuck”, que consiste en remover el exceso de piel del abdomen logrando mayor definición en esta área. No obstante, como en muchos otros casos, la popularidad de estas intervenciones no significa que estén libres de riesgos: las liposucciones y los implantes en glúteos pueden estar relacionadas con un incremento de riesgo de sufrir embolismo.
4. Rinoplastias en Irán
Actualmente existe un aumento de cirugías cosméticas en Irán; las más populares son las liposucciones, las rinoplastias y los tatuajes de cejas permanentes. El código de vestimenta impuesto culturalmente a las mujeres en esta región hace que muchas se centren en acentuar las facciones de su rostro para hacerlas más llamativas. Es por esto que 60% de las cirugías son rinoplastias, es decir, modificaciones a la forma de la nariz. Hoy en día no es raro ver a jóvenes con narices vendadas en las calles de Teherán.
5. Cirugía vaginal en occidente
Esta cirugía se sale de lo común pues consiste en modificar la apariencia de una parte íntima del cuerpo que usualmente no está a la vista de todos. Puede que suene extremo para algunos pero ya es posible tener una “vulva de diseñador”, mediante la reducción del tamaño de los labios mayores. Hay quienes argumentan que esta es una opción para contrarrestrar la flacidez de los tejidos, que con la edad puede hacerlos colgar. Los costos de las cirugías de este tipo han ido disminuyendo, aunque no es recomendable escatimar a cambio de poner en riesgo el bienestar de una zona tan delicada.