Los manuscritos de algunas canciones emblemáticas de Jim Morrison, David Bowie y Nick Cave, entre otros
Arte
Por: Luis Alberto Hara - 11/13/2015
Por: Luis Alberto Hara - 11/13/2015
Come gather 'round people
Wherever you roam
And admit that the waters
Around you have grown
And accept it that soon
You'll be drenched to the bone
If your time to you
Is worth savin'
Bob Dylan, "The Times They Are a-Changin' (fragmento)
¿Dónde o cómo se escribieron canciones emblemáticas como "Like A Rolling Stone" de Bob Dylan o "Blue Valentine" de Tom Waits? ¿Las primeras versiones fueron las que quedaron? ¿Las letras fueron modificadas? Estas son algunas de las cosas que dejan ver los primeros manuscritos de estas piezas.
Y es que tanto los compositores de canciones como los escritores usan cualquier papel que tengan a la mano cuando la inspiración toca a la puerta de su espíritu. ¿Pero qué pasa con estos bocetos, con estos manuscritos primigenios? Probablemente nada. Y tal vez la mayoría se pierda dentro del flujo constante e irremediable de la historia o, como en casos particulares, como el de Pessoa, se vayan encontrando con el tiempo más y más, como pequeñas piedras preciosas.
Los microgramas del escritor suizo Robert Walser son otro ejemplo de esta característica del escritor de emplear cualquier superficie a la mano para apuntar sus ideas. Tras su muerte en la Navidad de 1956, fueron encontrados cientos de escritos (exactamente 526) con letra gótica microscópica sobre hojas de papel que no excedían los 8×17cm, o sobre las paredes del hospital psiquiátrico en el que pasó sus últimos días.
O el caso del poeta infrarrealista Mario Santiago Papasquiaro, quien escribía sobre cualquier superficie que tuviera a la mano, como muestra el libro publicado por la editorial Almadía y compilado por el escritor mexicano Luis Felipe Fabre, titulado Arte & Basura.
Hoy el mercado de los borradores y manuscritos originales de libros, canciones y poemas es ahora un meganegocio.
El año pasado, por ejemplo, la letra de "Like A Rolling Stone" de Bob Dylan escrita a mano fue vendida en una subasta en nada más y nada menos que 2 millones de dólares; la letra de "All You Need is Love" de John Lennon se subastó en 1 millón 250 mil dólares en 2005, así como el manuscrito de "American Pie", escrito con el puño y letra de Don McLean, se vendió en mil 205 millones.
Al parecer el mercado de los manuscritos se ha vuelto tan valioso como el mercado del arte. De hecho, como apunta el sitio Dangerous Minds, estas piezas son obras de arte, pues con la era digital y los smartphones o tablets se ha perdido ese peculiar encanto de escribir sobre distintas superficies.
El valor de este tipo de textos garabateados sobre blocs de notas, servilletas o cajas de cerillos (o de Alka-Seltzer, como en el caso de la letra de la canción “Disassembled”, escrita por Joey Ramone) sobrepasan el mero valor de objetos y se insertan dentro de la historia de la música popular. Un registro del proceso de escritura de algunas de nuestras canciones favoritas.