*

Los vínculos de la atracción: sobre la cinta “Está detrás de ti” (David Robert Mitchell, 2014)

Arte

Por: Psicanzuelo - 07/28/2015

“Una película de terror que nos invita a reflexionar la manera en que nos planteamos una pareja sexual”

it follows 2

La encantadora joven rubia Jay Height (Maika Monroe) sueña con su príncipe azul, como muchas otras, y acepta salir a una cita romántica con un chico popular que le lleva algunos años (un chico muy guapo y rubio también), una práctica común en esta parte del mundo. Hasta ahí todo resulta familiar, temas comunes de las high school movies, coqueteando con líneas un poco más dramáticas, pudiendo Jay resultar embarazada o contraer una enfermedad venérea. Y es que el giro argumental de Está detrás de ti (David Robert Mitchell, 2014) tiene que ver con las dos posibilidades. Imaginemos que nos podemos embarazar de una maldición, de esas que pululaban en el cine japonés de los 90, por medio de teléfonos celulares o cassettes VHS, o cualquier otro aparto tecnológico. Aunque en realidad tendría más que ver con un trastorno mental transmitido de forma sexual, una especie de macabro juego de “las trais”, el germen psicológico se pasa de uno a otro con el contacto íntimo. Se contagia cierta percepción que hace que lo familiar resulte amenazante o lo que más aterra al contagiado suceda frente a él de la forma más grotesca.

La puesta en escena es muy agraciada, con elementos estéticos similares a las cintas del giallo italiano, los crímenes resultan completamente estéticos, revolviéndonos el estómago con una sensación agradablemente asquerosa. De forma pop, juega con el principio de Pasolini en su obra póstuma Saló (1975), los actos más aberrantes bajo el más sofisticado rigor estético --claro, de forma más ligera.

Consolidada con colores, formas y movimientos de cámara, la secuencia de gancho inicial nos posiciona en una peculiar persecución que impone un tono tétrico al mismo tiempo que inocente a toda la cinta. El clímax secuencial está dado en una elipsis al amanecer, en una playa donde de forma escultural vemos el resultado de la persecución. La chica adolescente que estaba siendo asediada, ahora más que un montón de huesos, semeja una obra de arte contemporáneo, conservando sus tacones de fiesta nocturnos, al alba, acostada en la playa, como si estuviera esperando los primeros rayos de sol. 

it follows

La fotografía de Mike Gioulakis le brinda un sentido agudo a la cinta. Por un lado la manipulación de los colores con la luz nos posiciona en un lugar casi infantil, una casa hecha de caramelo, que cada vez que es irrumpida por el horror de lo desconocido, resulta cada vez más estremecedor para el espectador, se rompe el mundo recién formado, se quiebra el vientre materno con cesárea. 

itfollows4 itfollows5_2 itfollows6El tratamiento de la luz nocturna es peculiar, usando mucha luz muy bien colocada hay una profundidad que nos permite mirar distintas cosas sucediéndose en pantalla, en distintas profundidades, aunado ello a tajantes cambios de foco con óptica sofisticada (combinación de Fujinon, Angenieux y Alura), se logra con potencia la ilusión de estar ahí, alterándonos en una primera instancia en contra de planos largos que seducen nuestro voyeurismo. Nuestra concentración es manipulada, forzándonos a  acceder a un sueño que se vuelve pesadilla, para transformarse nuevamente en sueño apacible y así poder volverse a alterar nuevamente.     

itfollows1 itfollows2 itfollows 3_2

Esas luces cenitales colocadas en el trayecto de los personajes, en su descubrir el sueño, su alucinación de realidad, recuerda escenas parecidas en Pesadilla en la calle del infierno (Wes Craven, 1984), cuando era Freddy Krueger quien cruelmente irrumpía en la realidad de los personajes, porque finalmente no era más que un sueño lo que estaban viviendo dormidos; después despertaban para percatarse de que la vida es sueño.   

La cámara viva flota amenazadoramente observando todo, acechando y esperando para atacar. Una presencia que es tan real como la magnífica operación de cámara que de verdad es una amenaza simplemente por la manera en la que suavemente se acerca o aleja de la acción.  

Está detrás de ti cuenta con bellas metáforas como cualquier obra seria cinematográfica  de terror. Por ejemplo, esa anciana que persigue a Jay en los pasillos y jardines de la preparatoria, representando su ansiedad por graduarse, por madurar, por envejecer y volverse inservible socialmente, ansiedad por perder su buen aspecto y nunca más volver a ser atractiva para un hombre, para acceder a la lógica de que a causa de estos modelos de pensamiento (condicionamiento biológico) es que empezaron todos sus problemas en el primer acto de la película. 

it-follows-movie-reviews-maika-monroe

La música está compuesta por Disasterpeace (Rich Vreeland) y es un elemento importante para terminar de definir el estilo de Está detrás de ti, música de sintetizador retro que nos coloca en el pasado sin estarlo, y que también nos trae a la mente maneras de percibir la noche, el silencio y el espacio. Curiosamente, en una de las secuencias finales, en el interior de una alberca, los emplazamientos de cámara casi hacen física la música, constituyendo un espectáculo  alucinante.  

Positivo el mensaje que nos trasmite David Robert Mitchell en cuanto a la sexualidad, la promiscuidad y el amor, de forma inconsciente me parece que afecta al espectador con realidades metafísicas, que impactan de manera física en nuestras vidas. La sexualidad, además de servir para reproducirnos como especie, con todas sus variantes genéticas y biológicas, es quizás el más potente vínculo espiritual entre dos seres humanos, eso es sabido por múltiples escuelas esotéricas; por ejemplo, el tantra se basa en ello, con prácticas fomentando la evolución espiritual por estas vías. La cinta de Robert Mitchell nos deja pensando en la forma en que nos relacionamos sexualmente: ¿con qué nos estamos conectando?, ¿a quién le estamos abriendo la puerta de nuestra existencia? Estas preguntas no están planteadas desde una perspectiva moral, sino desde una física. Se dice que cuando tenemos relaciones sexuales con alguien las estamos teniendo, en algún sentido, también con varios otros, aquellos con los que esta persona las ha sostenido, pudiendo ello afectarnos de varias maneras. Cuidar nuestra energía sexual al parecer resulta vital, por lo menos tanto como cuidamos nuestro dinero en el banco, es así de importante. Otra cinta que exploraba estas dinámicas a las que los medios de publicidad nos someten es Belleza americana (Sam Mendes, 1999), en la conducta de Lester (Kevin Spacey), quien era un muerto viviente, sin ánimo por nada en su vida en el primer acto de este filme galardonado con cinco Óscares de la Academia. En su narración en voz en off, nos cuenta que lo mejor que solía sucederle era masturbarse en la regadera por la mañana y que de ahí todo iba de bajada. En el arco del personaje, lo primero que hace para cambiar totalmente y para que su vida dé un giro de 360 grados es dejar de masturbarse, es así como nuevos horizontes se abren en su vida.

it_follows_pic_1425023158_crop_550x386 it_follows_blood_1425023515_crop_550x287

Twitter del autor: @psicanzuelo