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Las vacunas del futuro podrían ser cultivadas en casa y absorbidas a través de esporas de hongos

Por: Jimena O. - 07/30/2015

En esta temporada de hongos, es bueno recordar que la ciencia médica aún está descubriendo las maravillosas capacidades del reino fungi

El reino fungi tiene una añeja asociación con los efectos alucinógenos y/o culinarios, pero al ser uno de los más numerosos sobre la Tierra, los científicos apenas comienzan a entrever su verdadero potencial medicinal, así como el de ser vehículos privilegiados para transportar vacunas. La estudiante del Royal College of Art, Celine Park, desarrolla desde 2014 un proyecto diseñado para vacunar masivamente y a muy bajo costo a poblaciones que, además, pueden tener miedo a las agujas: inmunización a través de la respiración.

El proyecto Fungus Inhale Vaccination se basa en impregnar algunas variedades de hongos con versiones atenuadas de virus comunes, como el de la gripe, contra los que el cuerpo puede crear sus propios anticuerpos utilizando las esporas que los hongos producen naturalmente para reproducirse. Una investigación del Instituto Nacional para la Salud de la Universidad de Texas ha probado que es posible vacunar primates contra el Ébola a través del aerosol, por lo que el panorama es bastante alentador.

En entrevista con el sitio Co.Design, Park afirma que "las vacunas son más fáciles de transportar y diseminar en nuestros cuerpos a través de la inhalación cuando las vacunas atenuadas son absorbidas por hongos. Aún más, las vacunas inhaladas pueden ayudar a conseguir inmunidad para el colectivo". Para este fin, Park trabaja con el doctor Kanghoon Lee, un científico coreano que labora en el Instituto Coreano Avanzado de Ciencia y Tecnología, aunque adelantan que "las funciones de los hongos no son comprendidas por completo por la comunidad médica".

Lo más interesante parecen ser las presentaciones en las que las vacunas del futuro estarán disponibles: no sólo su método de absorción cambia, sino que también podrían fabricarse en forma de dulces masticables para los niños, e incluso podrían ser cultivadas de manera doméstica gracias a la resiliencia misma de los hongos, los cuales "pueden sobrevivir y proliferar en ambientes hostiles. Por lo tanto, podemos extraer grandes cantidades de proteínas de vacunas en la medida en que los hongos proliferen".