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Cómo las palomillas aletargan su celebro para alimentarse en la oscuridad (IMÁGENES)

Por: Jimena O. - 06/20/2015

Para poder abrir su visión como el obturador de una cámara, las mariposas nocturnas alentan su cerebro y tardan 17 veces más en encontrar alimento

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Últimamente, la ciencia se ha preguntado cómo es que las mariposas nocturnas pueden hallar alimento en la completa oscuridad si su cerebro es más pequeño que un chícharo. Los hallazgos son fascinantes porque nos muestran la sofisticación que existe en su maquinaria y cómo es que modulan los pocos recursos que tienen disponibles para poder sobrevivir.

El neurocientífico Simon Sponberg y su equipo encontraron que los esfíngidos han adoptado un truco inusual para lograr encontrar flores en la noche: alentar la manera en que sus cerebros procesan la luz, es decir, hacer que sus ojos trabajen como el obturador de una cámara fotográfica y captar una imagen más amplia y brillante. Pero esto viene con un costo: están cambiando una habilidad por otra, en detrimento de su rapidez.

Lo más interesante es que no requieren ser rápidas para poder alimentarse, sino sensibles. Entre más sientan el entorno, más posibilidades tienen de encontrar alimento. Los cerebros de los esfíngidos se aletargan tan tremendamente para poder ver en la oscuridad que tardan 17 veces más tiempo de lo que lo harían con un poco de luz. Pero las flores, a esas horas de la noche, son todas suyas, así que lo que tienen es tiempo. Para darse cuenta de ello, Sponberg realizó una serie de experimentos y los documentó.

Hawkmoth hovering from above

Construyeron flores robóticas que podían mecerse a velocidades controladas. El equipo monitoreó cómo las palomillas respondían a las flores moviéndose a distintas velocidades y en diferentes niveles de luz.

Hawkmoth hovering from side

Entender la visión de los esfíngidos y su vuelo podría tener aplicaciones sobre todo en robótica, pues puede proporcionar claves sobre cómo construir un mejor sistema de control o sistema de vuelo. Muestra, a la vez, cómo un cerebro puede adaptarse a su entorno.