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Esta serie fotográfica retrata los efectos de la guerra impresos en el rostro de jóvenes marinos holandeses

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Para nadie es noticia que la guerra es una experiencia que potencialmente puede acarrear efectos devastadores en la mente de una persona. La destrucción, el dogmatismo, el sufrimiento y la injusticia son ingredientes que de algún modo atentan contra el equilibrio de nuestra naturaleza. Y tal vez por eso aseguran que es fácil distinguir, entre una numerosa tropa de soldados, cuáles son los integrantes que han experimentado el campo de batalla y cuáles no –al parecer, tras una guerra, la mirada de un soldado jamás será la misma.

Las cifras son contundentes. Depresión y desorden de estrés postraumático son los dos diagnósticos más comunes entre veteranos de guerra y, por ejemplo, 30% de los soldados estadounidenses que regresaron de las guerras de Irak o Afganistán reportaron algún tipo de trastorno mental durante los 4 meses siguientes a su retorno. Además, se calcula que 20% de los excombatientes terminan lidiando con problemas de consumo de drogas o alcohol, y en 2010 se registró entre veteranos un promedio de 22 suicidios cada día. 

Alrededor de este fenómeno, los efectos que imprime la guerra en una persona, la holandesa Claire Felicie creó una serie fotográfica llamada Marked. A manera de trípticos comparativos, Felicie presenta los rostros de integrantes de la 13a Compañía de Infantería del Cuerpo Real de la marina holandesa, antes, durante y después de haber combatido en la guerra de Afganistán. Y más allá de la sugestión con la que seguramente el observador aborda cada uno de estos trípticos, lo cierto es que en la mayoría de los casos se puede percibir una especie de switch en la mirada, e incluso en diversas facciones faciales, de los soldados.

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Compuesta por imágenes en blanco y negro que resaltan los efectos del combate en los jóvenes marinos, esta serie se trata de una afilada reflexión visual sobre las consecuencias psicológicas, y por ende físicas, que conlleva una vivencia de este tipo. Si bien los rostros precombate no son necesariamente enternecedores, la diferencia entre 5 meses antes de llegar al campo de batalla, el recién desembarco en Afganistán y el regreso a su tierra tras haber combatido es realmente impactante. Estrés, perturbación y tensión son algunos rasgos comunes en los marinos después de haber participado en la guerra.

En pocas palabras Felicie logró un documento que retrata con alta fidelidad los terrores de la guerra, y qué mejor espejo para proyectar la naturaleza de estos sucesos que la propia mirada de sus protagonistas...

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