En 1969, Carlos Castaneda acababa de publicar Las enseñanzas de Don Juan y con ello estremecer el mundo de la antropología, dando a luz al sueño chamánico occidental. Entrevistado por Theodore Roszak 4 años antes de que Castaneda decidiera abandonar la luz pública y mitificar su personaje, habla aquí sobre cómo conoció a Don Juan en su búsqueda de encontrar peyote y describe sus experiencias con "Mescalito", la personificación del peyote. Castaneda habla de cómo se hizo aprendiz de este misterioso brujo yaqui y de su magnética y elusiva personalidad e intenta entender experiencias como transformarse en un cuervo y la naturaleza misma de la percepción.
Al escuchar la entrevista es difícil no tener en mente los serios cuestionamientos que ha generado la obra de Castaneda, la cual es considerada académicamente simplemente como ficción o como una obra apócrifa de espiritualidad new age --análisis comparativos de la misma muestran que Castaneda se basó en diversas obras místicas como el Libro Tibetano de los Muertos, entre otras, para tejer su universo mágico. Sabemos también que algunas de las brujas que lo seguían se han suicidado y, según revela la escritora Amy Wallace, ex amante de Castaneda, la "brujería" de Carlos era sobre todo sexual y orientada a conseguir prestigio y dinero.
Dicho esto, quienes han leído la obra de Castaneda han llegado a notar ahí una especie de magia en el lenguaje, más allá de que sea ficción o no, como si esta fuera testimonio de su poder, como escritor o hombre de conocimiento, y transmitiera una enseñanza que hace que, pese a su evidente engaño y a la manipulación de sus seguidores, Castaneda siga siendo un misterio y no pueda ser simplemente descartado como un fraude.