Las galerías hacen de la belleza una mercancía pero los bancos transmutan la Imaginación en heces fecales y deuda. ¿Acaso no ganaría el mundo un grado de belleza con cada banco que lograra hacer temblar... o caer? ¿Pero cómo? El sabotaje artístico probablemente debería de alejarse de la política (es tan aburrida) --pero no de los bancos.
Hakim Bey, TAZ
Imágenes recientes de las protestas en el Banco Mundial en Frankfurt llevando caos y carnaval a las calles evocan un poco de la filosofía del terrorismo poético de Hakim Bey (quien también motiva a los anarquistas de la imaginación a defecar en el lobby de un banco, en un acto que parece ser sacado de la psicomagia de Jodorowsky).
Carros de policías fueron incendiados en Frankfurt en medio de una protesta dispar en la que unos marcharon pacíficamente y otros crearon disturbios, algunas de estas personas jugando con los arquetipos del caos y el trickster, enmascarados con la imagen de Guy Fawkes, el santo patrón de la desobediencia civil y el fuego urbano. Las protestas irrumpieron la celebración de la inauguración de las nuevas oficinas del Banco Central Europeo.
Aparentemente las protestas son en contra de las medidas de austeridad, aunque en un sentido más amplio e incendiario son contra el mismo sistema capitalista --el viejo juego oscilatorio de orden y caos. Fue bueno, sin embargo, ver a los payasos, esos jokers sembrando el fuego en Frankfurt con sus risas y caras pálidas, la muerte que aparece en el día.