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Como si se tratase de un juguete, estas ciudades del mundo se nos ofrecen como miniaturas imposibles envueltas en niebla y esplendor

Walter Benjamin, melancólico como era, contaba entre sus aficiones y gustos esas esferas de cristal en cuyo interior una ciudad es representada y contenida en miniatura. El hechizo que ejercen estos juguetes es comprensible, pues de algún modo alimentan la fantasía de poder exceder nuestras capacidades y, por ejemplo, sostener una ciudad entera con una sola mano.

En un ejercicio digital que recuerda estos artilugios, un grupo de entusiastas del Photoshop tomó fotografías áreas de ciudades emblemáticas del mundo y las transformó para que adquirieran una forma esférica. AirPano es el nombre de este proyecto de origen ruso sin fines de lucro.

El resultado final asombra por la técnica pero quizá sobre todo porque nos devuelve esa posibilidad de fantasía, el sueño de que una sola ciudad ocupa el orbe por completo.