Si nunca habías oído de la Luna Negra, no estás solo. Tiene un sonido ominoso y especialmente poético, como si se tratara de un término de alquimia (y en cierta forma, lo es). La Luna Negra refiere a una fecha entre astrológica y astronómica que ocurre este 18 de febrero --con la luna nueva y coincidiendo con una superluna). Existen diferentes tipos de condiciones que marcan una Luna Negra:
1. La segunda luna nueva del mismo mes (algo que ocurre cada 2.5 años).
2. La tercer luna nueva de cuatro lunas nuevas en una misma estación. Usualmente las 4 estaciones, de 3 meses cada una, tienen tres lunas nuevas, pero cuando una estación tiene cuatro lunas nuevas, la tercera es conocida como Luna Negra (este es el caso del 18 de febrero).
3. Un mes sin luna nueva (algo que sólo puede ocurrir en febrero).
4. Un mes sin luna llena. Cada 19 años, el mes de febrero no tiene luna llena. Esto marca que en febrero de 2018 habrá una Luna Negra de este tipo.
Hoy también, por su cercanía, se presenta lo que conocemos como una superluna, aunque en este caso no se podrá ver. Igualmente, esta superluna genera una marea de perigeo de especial fuerza, por lo que la noche tendrá una mayor carga gravitacional. Para los amantes de la sincronicidad, el 6 de marzo de 1962 se presentó una marea de perigeo que inundó la costa del Atlántico de Estados Unidos, matando a 40 personas y causando enormes perdidas. Este fenómeno fue llamado "Tormenta del Miércoles de Ceniza". Hoy también es Miércoles de Ceniza y hay marea de perigeo, así que un poco de precaución.
Para añadir al crisol-lunar, evoquemos la tradición pagana que considera que las Lunas Negras son momentos de especial sensibilidad telúrica-emocional, por lo que aquello que se realiza esta noche supuestamente tiene mayor fuerza, como si tomara de la sombra y del vacío del rostro lunar el potencial de dar forma a la imaginación, ahora sin límites. Una noche para imprimir el sello magnético de la intención. ¿Qué puede nacer de esta gran luna nueva de cenizas?
