*

Para lograrlo, necesita convertirse en una de las 40 finalistas de entre las 200 mil aplicantes para este proyecto de 4 mil millones de libras

PAY-Maggie-Lieu-one-of-three-hopefuls-for-the-Mars-One-Project

A lo largo de la Historia se ha fantaseado, especulado y hasta investigado sobre la vida del humano en otros planetas. Cientos de películas, programas y  novelas de ciencia ficción han procurado describir esta posibilidad, imaginando las posibles implicaciones que esto podría generar en su modus vivendi. Sin embargo, ¿qué es lo que realmente se necesita para concretar un estilo de vida que ayude a colonizar otros planetas?

Al parecer, sólo el útero de una mujer. 

Maggie Lieu, estudiante de astrofísica en la Universidad de Birmingham, pretende convertirse en la primera mujer que dé a luz a un bebé marciano para el proyecto Mars One. Para lograrlo, necesita convertirse en una de las 40 finalistas de entre las 200 mil aplicantes para este proyecto de 4 mil millones de libras. 

A pesar de los desafíos que una mujer primeriza puede experimentar aquí en la Tierra, Lieu desea tener un embarazo a una temperatura de -62°C, con niveles letales de radiación y peligros de sofocación, hambruna, deshidratación y desgastamiento fisiológico. “No creo que haya mucha diferencia en las condiciones de vida y las relaciones interpersonales que las personas tienen aquí en la Tierra”.

Mars One tiene como objetivo mandar a Marte grupos de cuatro cada 2 años, los cuales estarían previamente en un programa de entrenamiento que durará 10 años. En el mismo se desarrollarán habilidades para medicina, agricultura, plomería y electrónica, entre otros. Básicamente, ha iniciado el proyecto de colonizar otro planeta. 

Necesitaremos crear nuestra propia comida y nuestro propio oxígeno. Dado que Marte no cuenta con un terreno magnético y los niveles de radiación son muy altos, supongo que la terraformación será posible en unos miles de años. [Pero] si vivimos 5 metros abajo del piso marciano, podremos protegernos de los rayos solares (por lo que es posible que tengamos que vivir en el subterráneo).