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4 prototipos de tecnología corporal que prometen darte superpoderes

Por: Luis Alberto Hara - 12/05/2014

La tecnología "usable" sigue generando prototipos interesantes que tal vez en unos años (y muchos cambios de estilo) serán tan comunes como el teléfono celular o la computadora donde lees esto

kinesMark Rolston es el fundador de la compañía de tecnología Argodesign, empresa dedicada a crear gadgets que no sean 1) relojes de pulsera al estilo James Bond, ni 2) iPhones. En honor a la verdad, la primera premisa no fue instaurada por ellos sino por los organizadores de Wearables Week, una convención sobre tecnología "portable", prostética.

No se trata solamente de aparatejos tecnológicos para regalar en Navidad, sino de respuestas tecnológicas a problemas sociales (ver no. 3), utilizando la infraestructura existente (p. ej., redes sociales) para mejorar el desempeño del usuario en un medio social. Rolston, con aptitud de vendedor, afirma que estos gadgets te darán "superpoderes".

Para él, el smartphone mismo es una forma de superpoder, aunque con numerosas comillas: te permite volar a través del espacio (al hacer llamadas vía Skype), viajar en el tiempo (al reencontrarte con tus compañeritos de kinder en Facebook) y mejorar tu inteligencia (Wikipedia, etc.). Para Rolston, la tecnología "usable" (lástima que no tengamos una mejor traducción para "wearable") o corporal es sólo "la extensión literal" de los poderes de un smartphone.

Dicho lo cual, pasemos a los prototipos:

Kineseowear

El kinesio tape es una cinta adhesiva hecha especialmente para tratar contracturas y dolores musculares. Ahora también será un chaleco que te diga dónde dar vuelta al sincronizarse con tu GPS, al darte un pequeño "toquecito" cuando llegues a tu intersección. Sin duda es una evolución del molesto poke de Facebook.

La idea es crear un puente entre tu cuerpo y cualquier tipo de información. En una versión previa del Kineseowear, según Rolston, el chaleco te apretaba el estómago para evitar que comieras más allá de cierto punto. 

Ouijiband

Esta muñequera te permitirá cumplir un sueño infantil: trazar un círculo perfecto de un sólo trazo. Se trata de un contrapeso en tu muñeca que utiliza un giroscopio para detectar movimientos finos de tu mano e intervenirlos un poco si te sales de la rayita al colorear. También será un magnífico implemento para las salas de cirugía, al ayudar a los médicos a mantener un pulso firme al realizar movimientos delicados con el escalpelo.

Snapchat IRL

"Mira las apps que se han convertido en nuevos motores sociales y pregúntate, '¿Esas cosas pueden moverse al universo físico para no tener que vivir en la pantallita del celular'?, pregunta Rolston. Según él, Snapchat fue la solución del mundo de las apps para la necesidad de mantener ciertas conversaciones privadas. "Nosotros nos preguntamos cómo poner esa idea en el mundo normal".

Esto resultó en Snapchat IRL, un collar que siente la luz IR de las cámaras durante la secuencia de enfoque automático; en respuesta, activa un flash para proteger tu anonimato. En otras palabras, este collar hace las veces de un guardaespaldas que pusiera su mano en la lente de las cámaras de los paparazzis.

Además, no necesitarás tener smartphone para usar Snapchat IRL, el cual te servirá también para mantener una conversación privada con alguien en la habitación conectado al mismo servicio. Se pretende una especie de versión walkie-talkie de Tinder.

Lalala

Otro gadget para fiestas, Lalala te permitirá escuchar selectivamente a tus interlocutores cuando la música del lugar te lo impide. Lalala es básicamente un audífono que cancela el sonido exterior, y contará con un sensor de movimiento para dejar entrar solamente los sonidos que quieres escuchar.

Sería interesante preguntarse si este aparato permitiría también escuchar conversaciones a distancia, lo que (desde una perspectiva algo paranoica) sería un añadido al arsenal de vigilancia tecnológica al que estamos expuestos en estos días.

Lo cierto es que todos los grandes inventos de la humanidad (de la rueda a la tablet) se han encontrado con escépticos e imitadores en el camino antes de volverse tan populares como un smartphone. Un lejano día del siglo XX, alguien pensó que a nadie le interesaría el internet, y miren dónde estamos ahora...