Antes de que la región se inundara por la construcción de una presa cercana, un equipo de arqueólogos se apresuró a excavar los tesoros de Zeugma, en Turquía (que especulaban que estaban allí). Encontraron, entre otras reliquias, tres mosaicos griegos remarcablemente bien conservados que datan del siglo II a.C. Y aunque parte de esta ciudad está ya sumergida bajo el agua las excavaciones continúan, con la esperanza de encontrar más artefactos tan prístinos como estos.
El equipo, liderado por el profesor Kutalmış Görkay de la Universidad de Ankara, desenterró estos hermosos mosaicos que eran parte integral de los hogares hace milenios. Algunos presentan varias figuras mitológicas como dioses, diosas y antiguos héroes, y de acuerdo con el profesor se instalaban en los cuartos para que los invitados pudieran admirarlos mientras conversaban y bebían.
El tema de cada uno era cuidadosamente seleccionado de acuerdo a la función de un cuarto. Por ejemplo, una habitación para dormir podría presentar amantes como Eros y Telete. Pero también reflejaban los intereses intelectuales del dueño de la casa. Si eras escritor, quizá querrías tener a las tres musas a tu lado. “Eran producto de la imaginación del patrón. Pensaban en escenas específicas para dar una impresión específica”, señala Görkay.