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Si el fin del ejercicio físico es la sexualización del cuerpo, se corre el riesgo de perder el sentido del propio cuerpo. Una veterana de la industria te explica por qué

Tosca Reno ha sido entusiasta del fitness durante medio siglo, y aún más allá de cumplidos los 40 años siguió modelando en posters y campañas de gimnasios y marcas de productos relacionados con el mejoramiento físico; esta perspectiva le permitió hablar sobre cómo la imagen de la mujer y el ideal sexual alimentan visiones erróneas y peligrosas acerca del fitness, el cual se ve como una glamourización de la salud y la objetivación del cuerpo.

"El peligro es que lo que las mujeres vean en las revistas de ejercicio les enseñe que es posiblemente para ellas", escribe Reno. En su ámbito profesional, "las mujeres están desesperadas por aparecer en publicaciones de fitness, ser glorificadas a través de una foto. Las mujeres harán cualquier cosa por estar ahí".

Las cosas que Reno ataca son una sentencia brutal: "Se matarán de hambre para estar lo suficientemente delgadas como para que la definición muscular se note, experimentarán con drogas recreativas y farmacéuticas, se prostituirán a los jueces y más...".

¿Entonces el fitness es algo que debe evitarse a toda costa? No necesariamente: para Reno, la salud y tener un cuerpo fuerte deben ser objetivos personales, de libre elección, y que impliquen erradicar la búsqueda de ese ideal de belleza de las revistas.

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En cierto sentido, Reno vuelve al viejo dictum de "Mente sana en cuerpo sano" cuando se pregunta: "¿Cuándo será aceptable levantar peso [y] construir confianza e inteligencia a la vez que fortalecer tu cuerpo, sin que te preocupe cómo se verá tu trasero en booty shorts?".

Sin importar si haces yoga, andas en bicicleta o te sometes a la tortura de los pilates, "la llave del fitness", según Reno, "es ser capaz de mover tu cuerpo en la manera en que está hecho para moverse".

Esta llave implica dejar de asumirse como arcilla de objetivación sexual para el deleite del otro y ponerse en forma "de manera funcional más que sexual"; esto significa: "ser capaz de ser poderos@ sin importar tu altura, tamaño de busto, talla de zapato o color de cabello. Te empoderas desde las profundidades de tu ADN porque hiciste el trabajo, ganaste tu lugar y caminas con confianza por ello".

Asistir al gimnasio es un ejercicio de confianza: "Lo que construimos en el gimnasio es un sentido de sí mismos y de lo que somos capaces de hacer".