*

Un estudio revela que somos genéticamente similares a nuestros amigos

Ciencia

Por: Jimena O. - 07/19/2014

Las razones por las que escogemos la amistad de ciertas personas parece ser mucho más profundas de lo que pensamos, y tienen sus propios intereses evolutivos

environmental vs genetic

Un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Science sugiere que los amigos que escogemos a lo largo de nuestra vida son personas cuyos genes se parecen a los nuestros, y por lo tanto nos ayudan a evolucionar. Aunque suene extraño (y a la vez quizá no del todo descabellado), el profesor James Fowler, coautor del estudio, encontró que los amigos son, de hecho, amigos a niveles mucho más profundos de lo que imaginamos, y tienen sus propios intereses genéticos que llenar.

El estudio examinó a 1,932 sujetos. El primer grupo consistió de pares de amigos no relacionados, mientras el segundo estaba compuesto de extraños no relacionados. Los científicos examinaron 1.5 marcas de variaciones de genes para poder medir con precisión el grado genético en que cada persona era similar a su par amigo o extraño.

“Hemos encontrado que compartimos alrededor de 1% de nuestros genes con nuestros amigos”, anotó Fowler. “En promedio, nuestros estudios indican que somos genéticamente similares a nuestros amigos tanto como lo somos a nuestros primos cuartos o personas que comparten tátara-tátara-tátara-abuelos”.

Entre los genes más compartidos entre amigos está el del sentido del olfato. “Los amigos tienden a oler cosas de la misma manera”, apuntó Fowler. En la prehistoria, por ejemplo, las personas que gustaban del olor a sangre cazaban juntas, mientras que los recolectores podrían preferir el olor de las flores silvestres. Hoy en día, apunta Fowler, eso se traduce a que las personas que gustan del olor a café se congregan en cafeterías.

Al parecer nuestro ADN es una fuerza motora para muchas de las cosas que preferimos hacer en nuestra vida diaria, y como tal, nos inclinamos más a interactuar y procurar amistades con personas genéticamente similares.

Otro aspecto importante es que los genes entre amigos parecen tener una amistad propia, y, por supuesto, intereses personales. Los investigadores encontraron que las personas con las que escogemos asociarnos tienden a ser inmunológicamente distintos a nosotros, y ello les proporciona extra-protección inmunológica.