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Según un estudio, curar tu insomnio podría disminuir tus probabilidades de suicidio

Por: Jimena O. - 06/09/2014

Suicidarse, en el contexto de este estudio, parece fungir como una simulación desesperada del propio despertar. ¿Pero existe una verdadera relación entre el insomnio y el suicidio?
Fotograma de "The Hour of the Wolf", de Ingmar Bergman

Fotograma de The Hour of the Wolf, de Ingmar Bergman

En un famoso cuento, el escritor serbio Milorad Pavic distingue entre dos tipos de insomio: el insomnio de la mentira -aquel en el cual no pegamos el ojo en toda la noche- y el insomnio de la verdad, que es la interrupción del ciclo de sueño sin que seamos capaces de conciliarlo nuevamente. Es en esa apertura del sueño en donde ocurren las ideas más imaginativas y maravillosas porque hemos, por así decirlo, despertado dentro del despertar y hemos ganado un instante fecundo a la muerte. Sin embargo, nuestra zona creativa es también el rincón en el que se repliegan los miedos y los temores y, con el insomnio, también los fantasmas reaparecen.

Al momento entre las dos y las tres de la mañana se le ha llamado, en algunas tradiciones, "la hora del lobo" o "la hora de las brujas" y, tanto para Dante como para Bergman, ese lapso esconde la entrada a los infiernos interiores. Para la neurología, la hora de las brujas podría representar el descubrimiento de la relación entre los ciclos circadianos del cuerpo y la incidencia de suicidios (que, en este contexto, sería la manifestación desencadenada del deseo de la propia desaparición).

El doctor Michael Perlis del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Pennsylvania presentó en la revista SLEEP las conclusiones de una muestra comparativa entre la hora aproximada de heridas fatales autoinflingidas y datos sobre las horas en las que las personas con trastornos de sueño tienen más dificultades para conciliarlo. Comparando esta data, encontraron que entre la media noche y las 05:59 a.m. se producen el triple de suicidios que en el resto del día.

"Estos resultados nos sugieren", afirma Perlis, "que no sólo las pesadillas y el insomnio son factores significativos de riesgo para el comportamiento y las tendencias suicidas, sino que simplemente el estar despierto durante la noche podría ser, en sí mismo, un factor de riesgo para el suicidio".

Según los autores, estudios previos habían sido incapaces de proponer una relación fiable entre las horas que la población pasa despierta y la hora del día en que ocurren más suicidios. El análisis mencionado se basó en los archivos del Sistema de Reportes Nacionales de Muertes violentas (de donde se extrae la hora aproximada de la muerte) y de la Encuesta Estadounidense de Uso del Tiempo, que permite formar un panorama general de lo que los estadounidenses hacen durante sus horas de vigilia, incluyendo los actos suicidas. Se tomó como punto de partida una base de datos de 35,332 suicidios.

Se estima que, sólo en Estados Unidos, 10% de los adultos sufre algún tipo de desorden de sueño o insomnio crónico que puede extenderse hasta tres meses. Por otra parte, el suicidio es la décima causa de muerte entre estadounidenses, contabilizando 38,000 incidencias cada año.