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Todo indica que el Monstruo de Florencia, un brutal asesino serial de mujeres, está de regreso

Por: Jimena O. - 05/08/2014

Por darle nombre a una circunstancia brutal, los detectives bautizan a sus presas bajo nombres como "el Monstruo de Florencia", un escurridizo fantasma que luego de años de silencio ha vuelto a atacar.

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La lógica y los motores psicológicos de los psicópatas y asesinos seriales son una obsesión constante en nuestros días: tal vez creemos que descifrando sus torcidos actos podremos saber algo nuevo del carácter humano; sin embargo, para los forenses, cada repetición y cada patrón (es decir, cada marca de "estilo" o particularidad que serializa, propiamente, una racha de crímenes violentos) es una pista costosa que deben disputarle al tiempo.

Tal vez eso pensaron los investigadores que encontraron el cuerpo crucificado de Andrea Cristina Zamir, quien se suma a la lista de prostitutas asesinadas de forma brutal desde 1968. Los crímenes se sucedieron con más frecuencia entre el 68 y 1985, cuando la policía encontró a prostitutas y clientes en asesinatos dobles, con disparos a quemarropa y huellas de salvajes torturas. Una de las víctimas incluso fue apuñalada 97 veces alrededor de los pechos y el área púbica; lo anterior inspiró la película El silencio de los inocentes.

Pero lo verdaderamente aterrador del Monstruo de Florencia, según las autoridades, es que parece asesinar a sus víctimas justo antes de llegar al clímax.

Los asesinatos se han cometido en un área poco transitada que históricamente ha servido de escape para pequeñas aventuras sexuales; un área de prostitución que, a causa de los crímenes, es cada vez menos frecuentada. Los pobladores afirman escuchar gritos en ocasiones (provenientes del interior de autos estacionados en las cercanías), que podrían confundirse con los gritos aterradores de una mujer torturada. 

La saña de estos actos, según Paolo Canessa, magistrado encargado del caso, lleva a suponer que el perpetrador desea castigar a las prostitutas más que simplemente matarlas. De ahí que los cuerpos sean encontrados en forma de crucifixión. "Esta vez no se trata de un asesino serial", afirma Canessa, "es sólo un maniaco serial."

Al menos otras diez mujeres han sido halladas en el mismo lugar, en las mismas circunstancias, durante los últimos diez años.