La mejor forma de llegar al trabajo o la más disparatada. Las bicicletas y el transporte público son buenas y lógicas alternativas para ir al trabajo diariamente y reducir el tráfico y la contaminación, pero son aburridas en comparación con la idea de Luke Jerram, un artista que planea construir una resbaladilla de 100 metros en un barrio de Bristol. No se trata solamente de una forma de diversión urbana, sino de cuestionar la forma en la que nos transportamos.
"El proyecto se trata de hacer que el público y las ciudades reflexionen sobre la arquitectura y la infraestructura que tenemos de formas novedosas. Aquí en el Reino Unido, como en Estados Unidos, los autos parecen dominar el camino. Mientras que en otras partes del mundo los peatones tienen más espacio", dijo Jerram a Fast Company.
En Bristol existen numerosas calles construidas sobre empinadas colinas, por lo que Jerram considera que se podrían instalar resbaladillas permanentes —la suya estará sólo un día— para que las personas pudieran llegar a su trabajo de forma más ágil, lo cual podría ser copiado en ciudades como San Francisco. Claro que existe la cuestión de la mojada, pero seguramente algo se podría idear para sortear este contratiempo.
"La ciudad es un lienzo para que las personas sean creativas, y es un lugar para que las personas prueben sus ideas", señala Jerram.