Gigantesca tormenta solar pudo haber devastado la Tierra en el 2012
Por: Luis Alberto Hara - 03/21/2014
Por: Luis Alberto Hara - 03/21/2014
Una tremenda tormenta solar ocurrida en julio del 2012 pudo haber provocado un caos de proporciones mundiales en nuestro planeta. Por suerte para nosotros, la tormenta pasó de largo. ¿Pero qué hubiera ocurrido si la Tierra —esa pequeña pelota azul brillante en el sistema solar— hubiera sido golpeada de lleno?
Un estudio de Nature Communications sugiere que la sobrecarga electromagnética hubiera freído todos los sitemas de comunicación en la Tierra, desde los satélites y los GPS hasta los electrodomésticos, tal vez por años. Una tormenta así se registró en 1859 y se le conoce como "evento Carrington"; todos los telégrafos dejaron de funcionar, y algunos operadores recibieron descargas eléctricas. Otro evento más tuvo lugar el 13 de marzo del 1989, dañando la fuente de poder de una presa en Canadá, lo que provocó que seis millones de personas se quedaran sin luz eléctrica durante nueve horas.
Por caóticas que pudieran ser sus consecuencias, la belleza de estas tormentas puede ser arrobadora. Sin embargo, la investigadora Janet Luhmann de Berkley afirma que por hermosa que pudiera ser, las ramas de magnetismo solar pudieron haber magnificado el campo magnético del planeta. La tormenta "produjo un campo magnético orientado hacia el sur. Esta orientación conduce las tormentas magnéticas más grandes cuando golpean a la Tierra porque el campo sur se une violentamente con el campo norte de la Tierra en un proceso llamado reconexión."
"Las tormentas", continúa la investigadora, "que normalmente desecharían su energía sólo en los polos, la depositan en los cinturones de radiación, la ionósfera y la atmósfera superior, y crean auroras en los trópicos."
Es por eso que resulta por lo menos vanidoso hablar a veces del "equilibrio de la naturaleza", como si la naturaleza no fuera un campo minado de eventos impredecibles que, aunque hermosos para la percepción humana, tienen el potencial de cambiar las condiciones de vida en el planeta de un momento a otro.