*

La propuesta de legislación secundaria de la ley de Telecomunicaciones plantea bloquear la señal de internet en eventos críticos, lo que inhibiría la denuncia informativa en tiempo real, también, las empresas podrían cancelar sitios sin previa orden de un juez.

images (1)El acceso a Internet es elemental para la libertad de información. Desde hace un año, y como producto de una iniciativa ciudadana, el acceso a Internet está tipificado como un derecho en la Constitución mexicana. La web es la nueva biblioteca contemporánea, que además  permite la interconexión de los usuarios, y favorece la creación de nuevos  conocimientos.

La información es esencial para tu toma de decisiones, y define en buena medida cómo percibes la realidad. Por esto es esencial la protección del derecho a la información y la libertad de expresión, factores que por cierto se conjugan exquisitamente en Internet.

La iniciativa de leyes secundarias de la popular Ley de Telecomunicaciones, que el Presidente de México envió al congreso, en su apartado de Internet incorpora lineamientos fuertemente criticados por expertos en el tema digital. Animal Político entrevistó a varios de ellos, que distinguen tres puntos de alerta sobre la virtual censura de Internet:

  1. Bloquear, inhibir o anular de manera temporal las señales de telecomunicaciones en eventos y lugares críticos para la seguridad pública y nacional a solicitud de las autoridades competentes. (Esto resultaría gravísimo, en el caso de denuncias en tiempo real de abusos policiales por ejemplo), especifica Luis Fernando García.
  2. Se abre la posibilidad para que los proveedores de Internet puedan “Ofrecer diferentes calidades de acceso a Internet, que generará que quien puede pagar más podrá tener una conexión más estable” advierte Israel Rosas.
  3. Se finca responsabilidad al proveedor sobre lo que haga el usuario. Es decir, las empresas  bloquearían sitios que consideran podrían traerles repercusiones legales, pues lo que haga el usuario será su responsabilidad, esto inhibiría la libertad de expresión.

Hoy que la atención colectiva está puesta en las disposiciones que limitarían a los monopolios en la televisión y la telefonía –o bien los alentaría, según algunos críticos, podría descuidarse el tema internetero (también retomado por esta nueva ley de telecomunicaciones en  su legislación secundaria).

El libre acceso a Internet y la libertad de expresión son fundamentales dentro de cualquier intento de evolución democrática. En este espacio las posibilidades de evolución cultural son tan vastas que no podemos aceptar ningún retroceso en el uso de esta fértil  herramienta.