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Monja de 83 años podría terminar su vida en prisión por protestar contra armas nucleares

Sociedad

Por: Luis Alberto Hara - 01/28/2014

La hermana Megan Rice y otros dos pacifistas enfrentan cargos de sabotaje por protestar al interior de una planta donde se enriquece uranio para producir armamento nuclear.

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En una prueba más de lo ridículas que pueden ser ciertas leyes, así como los criterios que rigen las decisiones de las autoridades, en este caso las estadounidenses, y en general la filosofía bélica de este país, la hermana Megan Rice, así como otros dos pacifistas, podrían ser condenados a pasar entre seis y nueve años en prisión. En cualquier momento la Corte Distrital de Knoxville, Tennessee definirá el futuro de los enjuiciados. 

El crimen que cometieron Rice, quien por cierto tiene 83 años, Michael Walli y Greg Boertje-Obed fue entrar a la planta nuclear de Oak Ridge, donde se almacena el principal depósito de uranio enriquecido para la fabricación de armas nucleares, y protestar en contra de este tipo de armamento. Lo que hicieron los tres activistas fue irrumpir ilegalmente en dichas instalaciones, y pintar insignias anti-guerra en los muros.

Los activistas están acusados de sabotaje, y el juez encargado del caso ya ha desestimado en dos ocasiones la solicitud de absolución. La sentencia debía de haber sido anunciada hoy pero la corte debió suspender actividades debido a una fuerte nevada. Independientemente de lo que dictamine el juez, no deja de ser criticable el simple proceso judicial que enfrenta Rice y, aunque la ley no debería hacer diferencias ante nadie, incluidas monjas o adultos mayores, es difícil no aspirar a un sistema judicial con criterio proporcional a su poder, y con prioridades más humanas (menos absurdas).