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Facebook, como una enfermedad infecciosa, está destinado a morir en los próximos años, al tiempo que vamos desarrollando inmunidad a sus agentes patógenos, indican científicos de Princeton.
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Imgen vía Mashable.com

Las ideas son como enfermedades infecciosas, o al menos pueden estudiarse de esta manera, según investigaciones que parecen estar en sintonía con la teoría memética. Investigadores de Princeton consideran que Facebook perderá hasta 80% de sus usuarios en 2017 y morirá poco después. La red social más popular del mundo se ha esparcido como una enfermedad infecciosa pero estamos ya empezando a volvernos inmunes a sus atracciones.

La predicción realizada por los analistas de Princeton, que ha generado gran polémica, utiliza un modelo epidemiológico y compara la curva de crecimiento de redes sociales con enfermedades infecciosas. Y aunque Facebook ha sobrevivido a antecesores como Myspace o Bebo, su destino próximo es la muerte, concluyen basándose en el número de búsquedas que esta red social tiene en Google, las cuales han ido cayendo desde el 2012.

"Se ha demostrado que las ideas, como las enfermedades, se propagan de manera infecciosa entre las personas antes de eventualmente morir, y han sido descritas de manera precisa por modelos epidemiológicos. Las ideas se esparcen a través del contacto comunicativo entre distintas personas que comparten ideas entre sí. Los manifestantes de una idea eventualmente pierden interés en ella y la dejan de manifestar, lo cual es equivalente a un incremento en inmunidad", sostienen los autores. El modelo sugiere que de sus actuales 1,200 millones de usuarios, en 2017 restarán sólo 240 millones.

Facebook, por su parte, establece que la caída en las búsquedas de Google puede explicarse por el crecimiento de usuarios que se conectan vía smartphones. Aunque su director financiero David Ebersman admitió que en los últimos meses "vimos una caída en el número de usuarios diarios, específicamente entre adolescentes". Por otra parte, el GlobalWebIndex señaló que en el último trimestre Facebook perdió 3% de usuarios. Pese a que es probable que Facebook haya pasado ya su pico máximo en popularidad, sus acciones este mes llegaron a su punto más alto, valuando a la empresa fundada por Mark Zuckerber en 142 mil millones de dólares.

En los próximos años se verá hasta qué punto fue precisa la predicción y la comparación de Facebook con una enfermedad (la cual parece haber calado a sus directivos, que han reaccionado vaticinando la muerte de Princeton, según el mismo método). De cualquier manera parece evidente que las nuevas generaciones son más resistentes a la infección de Facebook —que se está convirtiendo en el lugar para los padres, en una señal poco cool, lo que en Internet representa un oscuro heraldo para su futuro— y están migrando a otras redes para socializar. Resulta esperanzador para los partidarios de la privacidad y el anonimato que muchos jóvenes estén prefiriendo servicios como Snapchat, Blink, Skim o Whisper, todos los cuales destruyen información después de ser compartida y se basan en la excitante ética del anonimato y de lo secreto. Estudios recientes muestran que sólo 18% de los adolescentes suele compartir mucha información en línea y más de 75% cree que las personas comparten demasiada información en Internet. Estas no son buenas noticias para Facebook, que desde sus inicios ha fomentado que sus usarios compartan la mayor cantidad de información, sus vidas enteras, y ha promovido básicamente la eliminación de la privacidad ante las maravillas que ofrece lo "social". Facebook es la empresa paradigmáticamente identificada con el poco respeto de la privacidad: si las futuras generaciones crecen con el incentivo de buscar el anonimato y con modelos de compartir información en los que prevalezca la privacidad propia de nodos autónomos, esto ciertamente sí será lapidario para Facebook, aunque quizás tarde un poco más de lo que predice el modelo epidemiológico presentado por los investigadores de Princeton. Se habrá esparcido exitosamente entre los jóvenes la idea infecciosa descubierta por la generación actual de que la privacidad es imprescindible para la libertad.

Twitter del autor: @alepholo

Con información de The Guardian y Time