La mayoría de nosotros experimentamos una extraña, quizá morbosa, atracción al observar a una persona exponiéndose, voluntariamente, a un determinado peligro. Por otro lado, hay personas que, por razones aún misteriosas aunque probablemente ligadas a la adrenalina que producen estos actos, gusta de retar a la muerte colocándose en situaciones de alto riesgo. Y en este último sector tenemos casos como el mundialmente popular "hombre araña francés", quien se dedica a escalar los rascacielos más altos del orbe. También tenemos a los 'surfistas de trenes' en la India, quienes incurren en esta práctica para cortejar señoritas o demostrar su virilidad, y muchos otros casos de desafiantes personajes que juegan justo sobre la frontera que separa la vida y la muerte.
Pero aún acostumbrados a observar este tipo de supuestas hazañas en YouTube o alrededor de la Red, el video que encabeza esta nota destaca por lo cardíaco del espectáculo. En él vemos a múltiples jóvenes jugando con las alturas de formas espectacularmente patológicas. La metáfora en torno a coquetear con el vacío pocas veces estará mejor materializada, desde una perspectiva ciertamente burda pero no por ello menos excitante, que a lo largo de los poco menos de dos minutos de duración del video.