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¿Son las estrellas evidencia de una forma de vida más avanzada?

Ciencia

Por: Jimena O. - 11/04/2013

Filósofo propone la hipótesis de que algunas estrellas sean organismos vivos con sistemas metabólicos.

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En la antigüedad cuando los hombres o semidioses alcanzaban cierto rango de evolución o eran premiados por los dioses eran elevados al firmamento y se convertían en estrellas, en una especie de iluminación. El Popul Vuh narra la historia de los Cuatrocientos Muchachos que fueron sacrificado, pero que una vez que Hunabku e Ixbalanque, los gemelos divinos, vencieron a los Señores del Inframundo ascendieron como la constelación de las Pléyades. En Grecia son numerosos los héroes y semidioses que más tarde se convirtieron en estrellas --los nombres de nuestras estrellas son testimonio de esta mitología. La metáfora permanece aún hoy, cuando una persona se vuelve muy famosa o demuestra una gran cualidad, decimos que se convierte en una "estrella".

El asombro primordial de la existencia: mirar al cielo y ver las estrellas. Luces parpadeantes como ojos, un arcano lenguaje. Este asomo a la ventana del universo hizo que numerosas culturas creyerán ver en las estrellas dioses o ángeles, una red de organismos más avanzados, cuya existencia sostiene nuestra existencia y cifra nuestra realidad. Este asombro es expresado por Octavio Paz: "Pero miro hacia arriba:/ las estrellas escriben./Sin entender comprendo:/también soy escritura/ y en este mismo instante/ alguien me deletrea".

Se puede pensar que esto es solamente el terreno de la supersitición, de un pensamiento mágico primitivo, herencia superada por el progreso en indetenible evolución. Pero también es cierto que hemos observado la caída de las ilusiones antropocentristas.  La Tierra no es el centro del universo, nuestro planeta es apenas uno más entre miles de millones que podrían albergar vida. El ser humano podría ser apenas una entre otras muchas formas de vida inteligente, evoucionando en planetas distantes. Incluso la vida podría no depender de organismos basados en el carbón. Tal vez el cerebro humano no es el órgano de procesamiento de información más avanzado del universo como muchas personas creen. Recientemente el jerarca de la astronomía británica, Martin Rees, publicó un artículo en el Financial Times donde plantea la hipótesis de que nuestro cerebro podría no ser lo suficientemente evolucionado para comprender los secretos del universo. "Si existe vida avanzada en otro lugar no debemos de ser demasiado antropomórficos al respecto. Podría ser algo que no reconocemos... Les digo a mis alumnos que es mejor leer ciencia ficción  de primer nivel que ciencia de segundo nivel. Es mucho más estimulante --y puede que no esté equivocada". 

Recientemente el filósofo y matemático Clement Vidal declaró que existen sistemas de estrellas binarios que resultan inexplicables para los astrofísicos de manera convencional. Estos sistemas binarios muestran un flujo de energía irregular, pero no fuera de contral, para cuya descripción encaja un mejor un modelo astrobiológico. Estos sistemas habrían alcanzado la segunda escala en el modelo de la evolución de la civilizaciones de Kardashev, alimentándose de su estrella padre. Vidal los llama "astrovívoros" y, de existir, habrían unos 2000 mil en nuestra galaxia. Su especulación se basa en la posibilidad de que estos sistemas binarios, al controlar el flujo de energía, estarían exhibiendo un metabolismo, una de las condiciones fundamentales de un sistema vivo complejo.

Desde hace algunos años Paul Laviolette, en lo que generalmente se considera como seudociencia, ha especulado que los pulsares, estrellas de neutrones que emiten un pulso de radiación, podrían estar emitiendo una señal inteligente.

Evidentemente no existen pruebas contundentes de que las estrellas sean seres vivos o inteligentes. Considerarlo es es quizás más una intuición poética que una verdad científica, de cualquier manera lo que sí es evidente es que el universo sigue siendo un misterio, y alberga aún muchos secretos. Y quizás no está de más recuperar el asombro primordial de los antiguos al mirar el cielo en la noche y creer ver un mensaje luminoso. En algún momento de nuestra historia material fuimos parte de una estrella, tal vez en algún futuro lo volveremos a ser.