Según el INEGI, la extorsión telefónica es el segundo delito reportado con mayor frecuencia, y hayan sido denunciados o no, tan sólo en el 2012 hubo al menos 5 millones 994 mil casos. Este delito es recurrente porque es extremadamente fácil de cometer, ya que no resulta complicado obtener datos personales, nombres de familiares y ubicaciones domiciliares.
Por más absurdo que parezca, los secuestros virtuales como parte de la práctica de la extorsión telefónica han sido muy exitosos. Se tratan de casos en donde se hace creer a los familiares que algún pariente está secuestrado aunque éste se encuentre libre y jamás se haya enterado de la situación. Cuando los extorsionadores mencionan datos que parecen muy convincentes provocan que la víctima se encuentre muy vulnerable anímicamente, y por lo tanto sea una presa fácil para caer en esta trampa.
De acuerdo con la organización México Unido contra la delincuencia lo primero que tienes qué hacer si te encuentras en esta situación es mantener la calma y estar siempre consciente de que muy probablemente se trata de una mentira.
Como un dato alentador, en el Distrito Federal se ha logrado evitar 99% de los casos en que una persona llama al Consejo Ciudadano de Seguridad Pública para denunciar una extorsión, bajo la ayuda de un operador.
Aquí algunos consejos de “México Unido para la Delincuencia” para que sepas qué hacer en estos casos:
El lema es: "Escucha, descuelga por una hora y denuncia"