Constance y Eric son un par de fotógrafos que han trabajado recientemente en un proyecto en torno a la esencia de la sexualidad. Su trabajo consistió en retratar a casi 140 personas que mantenían relaciones sexuales, solo que desde un enfoque (literalmente) poco habitual: volviendo borroso el objetivo.
El resultado son imágenes desdibujadas, abstractas por momentos, en las que se aprecian cuerpos pero solo por sus líneas y colores más generales, escenas de intimidad sexual —que por definición son acción pura— fijadas paradójicamente en la opacidad de las formas.
Uno de los propósitos de esta serie es revelar que el erotismo es una potencia que toma a todas las personas sin importar sus diferencias físicas, su edad, su orientación sexual, “una de las pocas cosas que nos conectan a todos los seres humanos”, según dice Constance.
