¿Por qué mentimos? Algunas hipótesis (e ideas) para entender las medias verdades
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 06/19/2013
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 06/19/2013
Suele ocurrir que si una mentira perdura una hora, ya ha logrado su propósito, aunque no perviva.
Jonathan Swift
Tal vez la pregunta "¿por qué mentimos?" nunca pueda ser contestada sino con medias verdades. Algunos mienten por conveniencia, diplomacia, para dar una primera buena impresión o para evitar explicaciones innecesarias y engorrosas, además de por el obvio motivo de ocultar del otro algo que no queremos que sepa.
De manera inconsciente podemos afirmar cosas que sabemos falsas o hacer historias en la mente del otro sólo para probar nuestra destreza; pero los investigadores de la conducta afirman que nuestras mínimas mentiras requieren un grado de reflexión que incluso es muestra de salud cognitiva en niños pequeños, a pesar de que la práctica nos lo haga siempre más fácil.
Un estudio dirigido por Robert Feldman de la facultad de psicología de la Universidad de Massachusetts logró captar con qué facilidad nuestras conversaciones más casuales están plagadas de verdades incompletas. Se les pidió a dos completos extraños que sostuvieran una conversación informal durante 10 minutos, luego de lo cuál se les pidió que escucharan la grabación.
Antes de verla, los sujetos les dijeron a los investigadores que habían sido completamente honestos en la conversación, pero quedaron asombrados al ver cuánto podían mentir en apenas 10 minutos: 60% de los sujetos mintió en al menos una ocasión, un promedio de 2.92 declaraciones intencionalmente falsas.
Algunas de las razones más comunes (e incluso razonables) para mentir pueden ser:
También mentimos, curiosamente, porque tenemos un desarrollo cognitivo sano: los niños comienzan a mentir entre los dos y tres años, incluso alentados por sus padres que alientan comportamientos corteses (como agradecer un regalo no deseado en Navidad) como parte de la adaptación al entorno social. Los niños (y los adultos) pueden mentir también para evitar ser castigados por sus acciones, aunque también para impresionar a otros sobre acciones que no han realizado. Otros estudios han demostrado que los niños de 4 años mienten al menos una vez cada dos horas, y los de 6 años mienten aproximadamente cada 90 minutos.
Sin embargo, según Jack Nicholson en A Few Good Men, la gente suele mentir porque simplemente no sabe qué hacer con la verdad.