La tecnología controlada por la mente representa uno de los ámbitos de mayor crecimiento en el desarrollo tecnológico. Controlar cosas con sólo la acción mental, vía un dispositivo electroencefalográfico o incluso una conexión inalámbrica, no solo es altamente estimulante desde una perspectiva de ciencia ficción vuelta real, en algunos aspectos es sumamente práctico –especialmente en el caso de personas con algún impedimento físico. Mover objetos con la mente nos acerca a una especie de poder supernatural, en palabras del Arthur C. Clarke: “una tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”.
Jugando con este aspecto cuasi-mágico de la tecnología, Mats J. Siversten ha creado subConch, un instrumento musical que se toca con el poder mental. El instrumento que sigue una seductora línea estética, conjugando la arquetípica forma femenina de la concha, se conecta a una banda electroencefalográfica que lee las ondas cerebrales del usuario, a través de las cuales se controla las características del audio. Para poder controlar el sonido, el usuario debe entrenar algunos minutos, en algo equivalente a una meditación dirigida. Tiempo que también es usado por esta concha inteligente para hacer un perfil cerebral del usuario.
Este neuro-instrumento es también una instalación artística y los sonidos que se generan a través de la concha paralelamente se desdoblan como pulsos luminosos (mostrando que la luz y el sonido a veces pueden ser dos manifestaciones de una misma transmisión).
Si bien la música que se puede producir haciendo uso de este instrumento no llega aún a la sofisticación y a la riqueza sonora que se puede obtener con otros aparatos, subConch es una pincelada que abre una novedosa dimensión, borrando cada vez más la frontera entre el artista y el demiurgo.