El 30 de marzo de 1995, Bryan Lewis Saunders comenzó un proyecto de arte que planea continuar hasta el día que ya no pueda pintar: el artista cada año realiza un autorretrato bajo el influjo de alguna droga. Al principio tomaba de todo: PCP, spray para limpiar computadoras, Xanax, cocaína, etc.; ahora solo toma lo que le regalan.
Las pinturas son un espectáculo que van desde lo calidoscópico hasta lo abstracto. Para Sanders, toda la experiencia ha sido gratificante: “Es muy parecido a la auto-terapia. Al momento de comentar, de forma automática se libera el estrés y esto ayuda a manejar las complicaciones del día a día”.