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Lejos de ser una vía para regenerar a los delincuentes, las prisiones representan una infinita posibilidad de enriquecimiento a través de la detención de miles de inmigrantes anualmente.

Las políticas actuales de los Estados Unidos en temas de migración son las más rapaces de todos los tiempos. Al año, son detenidos cerca 400 mil inmigrantes de todas las nacionalidades. No sólo se trata de salvaguardar la seguridad nacional ni de establecer la paz social, estas medidas van más allá de eso: un boyante y fructífero negocio.

Después una década de expansión, las empresas dedicadas a dar servicios de cárceles a los Estados unidos esperan ampliar aún más su red con el creciente número de detenciones que suceden anualmente.

En 2011, casi la mitad de todos los reclusos del país habitaban en prisiones que fueron construidas por alguna de las 3 empresas que tienen la concesión por parte del gobierno: Corrections Corporation of America (CCA), The Geo Group y Management and Training Corp.

Los tres gigantes del servicio penitenciario se deslindan de que exista una relación económica con las autoridades. Ellos simplemente se encargan de hacer su trabajo sin importar el número de personas que sean detenidas; los grupos defensores en pro de los inmigrantes se muestran escépticos ante tales declaraciones.

La mayoría de las personas detenidas en los 250 penales de todo el país, son ilegales en espera de un proceso penal que termine en deportación.

Pedro Guzmán, un inmigrante de ascendencia guatemalteca, estuvo dos veces recluido en prisiones del grupo CCA. Primero en Gainesville, Georgia; y la segunda vez en Atlanta. “Es un negocio multimillonario. Estas empresas están ganando de todas las personas que están encerradas ahí”.

El presidente Barack Obama ha pedido menos detenciones y más impulso para buscar alternativas para la gente detenida, incluso ordenó que se detuvieran las deportaciones de los inmigrantes jóvenes. Sin embargo, el Congreso puede seguir aprobando más detenciones a pesar de la intervención del Departamento de Servicios Humanos (DHS por sus siglas en inglés).

Hace una década, más de 3 mil 300 inmigrantes fueron enviados a prisiones privadas, en virtud de un contrato firmado por 10 años entre la Oficina Federal de Prisiones y CCA. Hasta ahora, el organismo federal continúa pagando cerca de % mil millones de dólares a CCA por la manutención de los inmigrantes que habitan en las prisiones.

California es el estado que cuenta con más reclusos: 161 mil. En esta entidad de los Estados Unidos, el crecimiento poblacional en las cárceles se ha disparado exponencialmente.

Josh Begley, un estudiante graduado de la Universidad de Nueva York, afirma irónicamente que es impensable un paisaje californiano sin prisiones. 

Como una muestra del inminente crecimiento de este negocio, Prision Count realizó un ensayo fotográfico que atestigua las dimensiones de este fenómeno en el estado de California. 

Con información de Huffington Post y Fast Co Design