Investigación con babuinos revela que estatus social incide positivamente en la salud
Ecosistemas
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 05/23/2012
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 05/23/2012
Durante mucho tiempo se ha pensado que encontrarse en las cumbres de la escala social es, en términos generales, malo para la salud humana, pues comúnmente las posiciones privilegiadas vienen acompañadas de altos niveles de testosterona, lo cual a su vez afecta negativamente la integridad corporal, disminuyendo la capacidad del sistema inmune e incrementando el riesgo de muerte.
Sin embargo, al menos entre los primates diversos estudios ofrecen evidencia contradictoria sobre este fenómeno, pues se ha observado que los machos en la cúspide de la jerarquía tienen también una buena salud.
Recientemente un grupo de científicos publicó los frutos de 27 años de investigación sobre el comportamiento de los babuinos, particularmente aquellos que habitan en Amboseli, una región de Kenia. Los investigadores examinaron la relación entre el bienestar corporal de los animales y su rango dentro del grupo social, tomando en cuenta enfermedades y heridas que pudieran producirse, así como el tiempo que les tomaba recuperarse. El estudio se centró en los machos por la dificultad que representa ponderar las circunstancias reproductivas y de procreación de las hembras.
Aunque quizá no sea del todo sorprendente, se encontró que los llamados machos alpha se curan mucho más rápido que el resto de los monos, sea de una enfermedad o de una herida, incluso en una situación en que la testosterona y los glucocorticoides se encontraban lo suficientemente elevados como para suprimir su sistema inmune.
Al parecer esto se debe a que el estrés de los machos alpha es el llamado “buen estrés”, el mismo que se genera durante el ejercicio o la práctica sexual y, en el caso de los babuinos dominantes, producto de su posición siempre triunfante en todo desafío.
En este escenario de satisfacción personal —pues ninguno de los efectos adversos del estrés se presenta: miedo, descontrol, sensación de amenaza— tanto la testosterona como los glucocorticoides actúan en sentido opuesto y terminan mejorando el sistema inmune. Asimismo, el contacto social se convierte en un factor para “apagar” la reacción negativa del estrés.
[TIME]