Tempus fugit, dijo el poeta para significar el imparable tránsito de la existencia, el llamado inexorable paso del tiempo. Pero, ¿qué pasaría si se recalibrara dicha noción, si se descolocara así sea ligeramente para extraer de este movimiento significados y relaciones imprevisibles, insospechadas?
Esto es lo que hizo el fotógrafo Klaus Pichler, quien realizó la serie One Third, Un tercio, tomando como motivo protagónico alimentos en pleno proceso de descomposición, encontrando en estos una repentina e inesperada fuente de extraña belleza.
Fresas
Zanahorias
Coliflor
El título de la pieza, que a primera vista suena enigmático, obedece a la estadística ofrecida por la ONU a propósito de los alimentos desperdiciados en el mundo: según la organización, un tercio de la producción mundial. Este dato Pichler lo completa con información sobre cómo se cultiva y se cosecha el alimento fotografiado, cómo se transporta y cuál es la huella ambiental de todo este proceso.
Naranjas
Palos de vegetales fritos precocidos
Harina de trigo
Queso
Por último vale la pena recalcar el parecido de algunas de estas imágenes con los tradicionales bodegones de la pictórica occidental y sobre todo de cierta época de la pintura española —y no solo por el motivo de los alimentos, sino también por cierto ánimo melancólico que ambos comparten.
Helado de fresa
Crema de batir
Más fotografías en el sitio de Klaus Pichler.
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