La industria de la comida a domicilio podría pronto sufrir una transformación tan radical como la que ya opera en otros ámbitos donde la robótica va inmiscuyéndose al parecer irreversiblemente. Y menos en los procesos de producción que en esa etapa final de la entrega al comensal hambriento y ansioso de engullir lo que recién ordenó por teléfono.
Star Simpson (estudiante del Instituto Tecnológico de Massachusetts), Dustin Boyer y Scott Torborg han diseñado un “tacocóptero” que, como su neologístico nombre lo indica, no es otra cosa más que un helicóptero que lleva tacos —esos suculentos bocadillos de origen mexicano— ahí donde el cliente se encuentre.
Este curioso transporte de viandas funciona a partir del pedido que una persona hace por medio de su smartphone, de cuyo GPS el helicóptero toma las coordenadas exactas del comensal, arribando al punto exacto si ningún obstáculo lo impide.
Por el momento la invención de Simpson y compañía se trata solo de un prototipo casi exclusivamente con fines de diversión y entretenimiento, pues la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos prohíbe que vehículos aéreos no identificados vuelen con fines comerciales.
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