*

La tradición del cosmonauta en la era especial soviética (FOTOS)

Arte

Por: Luis Alberto Hara - 03/29/2012

Smirnoff Presenta: En 1999 el fotógrafo Arthur Elgort realizó para la edición rusa de Vogue una serie en la que combinó la belleza de la supermodelo Natalia Semanova con los nostálgicos escenarios del Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Yuri Gagarin, donde por 50 años se impulsó la carrera espacial rusa.

Sin duda la llamada “Guerra Fría” fue una de las etapas más importantes de la historia mundial contemporánea, acaso la última en que el mapa geopolítico se alineó en torno a dos polos claramente diferenciados y en varios sentidos opuestos entre sí.

Y si bien hay varios testimonios que dan cuenta de esta suerte durante algún tiempo paralela de aquellas dos que Elias Canetti llamó formas gemelas de una misma lucha, el capitalismo y el socialismo, quizá ninguno tan elocuente como los vestigios de la carrera espacial que ambos emprendieron con la intención mutua de superarse y terminar venciendo sobre el otro.

A la postre, como sabemos, el triunfante sería el modelo estadounidense, llevándose consigo el brillo de la permanencia y la victoria. En cambio sobre los soviéticos pesa desde entonces una pátina que cubre de nostalgia los recuerdos de aquella época en que incluso sus exploradores espaciales recibían un nombre distinto: los cosmonautas del bloque socialista que rivalizaban con sus casi pares del capitalista.

En 1999 el fotógrafo Arthur Elgort, dedicado casi exclusivamente al mundo de la moda, realizó una interesante serie para la edición rusa de la revista Vogue que tenía como protagonistas a estos héroes olvidados, lugares, vestimentas y motivos varios de ese perdido esplendor espacial soviético, el cual contrastó con la presencia de la supermodelo Natalia Semanova, entonces en uno de los mejores momentos de su carrera.

Teniendo como escenario el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Yuri Gagarin, Elgort fotografió a Semanova posando junto a cosmonautas reales en acciones sumamente verosímiles, algunas incluso jugando con esa confusión conceptual y de percepción que provoca una situación en que el entorno posee cierto dejo de futurismo.

Elgort, por cierto, en entrevista reciente con la revista Wired, asegura que las ropas de Semanova son en ciertas tomas muy parecidas a la de los cosmonautas, casi idénticas, además de que los uniformes de estos estaban muy a la moda. “Siempre me gustó ese tipo de uniformes”, recuerda el fotógrafo.

 

*Contenido cortesía de Smirnoff México / Más información en este enlace