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El 2011 se niega a despedirse sin dejar antes esta serie de las mejores imágenes científicas del año pasado: virus, cosmos, nanotecnología y otras sorpresas de realidades que se creerían inexistentes.

Células oculares de un ratón

Aunque el 2012 ya está más o menos avanzado, quizá todavía no lo esté tanto como para presentar una última lista de lo mejor del 2011, sobre todo si se trata de una en la que el pretexto para la admiración y la sorpresa podría ser incluso innecesario por la cualidad de las imágenes que veremos a continuación.

Se trata de una serie preparada por Dave Mosher, periodista divulgador de la ciencia que, a partir de los trabajos presentados en el Concurso Internacional de Visualización Científica y de Ingeniería celebrado el año pasado, reunió las que él consideró las mejores o las más impresionantes, una rigurosa y sin duda difícil selección en esta época de poderosos microscopios y avanzadas tecnologías que han permitido atisbar rincones secretos e insospechados de una realidad que, lo mismo antes que ahora, algunos creeríamos inexistente.

Virus, moléculas, modelos matemáticos y la infaltable nanotecnología, son algunos de los protagonistas de este top científico.

 

¿La saliente de una cordillera vista en detalle? No, simplemente una imagen a nivel nano del Ti3AlC2, uno de los compuestos del titanio.

 

Otro trompe-l'œil que hace pensar en muchísimas cosas y situaciones sumamente distantes de la verdad. ¿Membranas de gestación de una especie extraterrestre? ¿Protuberancias plásticas con una función desconocida? ¿Expresión somática de una rara enfermedad? Nuevamente, nada de eso, sino algo mucho más mundano: un pepino, específicamente una vista magnificada (800x) de las púas tóxicas que crecen en la superficie del vegetal mientras este madura, protegiéndolo contra sus predadores.

 

 

Es injusto que, como decíamos, ahora que los recursos tecnológicos sean tan avanzados, la enseñanza de la ciencia continúe siendo tan aburrida y atrasada. Por eso un grupo de investigadores desarrolló un programa con el que es posible montar videos sobre la organización de una célula, destinado especialmente al uso de estudiantes y profesores.

 

 

Este artificio quizá esté llamado a revolucionar el ámbito de los combustibles y la conservación energética. Se trata de nanoestructuras de alta densidad que se ensamblan a sí mismas para almacenar energía. En el video —que retoma una de las secuencias más célebres de 2001: A Space Odyssey— se explica cómo funciona esto.

 

La historia de la materia oscura explicada en una secuencia cromática que va de un saturado naranja en el Big Bang al negro salpicado de estrellas de las galaxias actuales (da clic en la imagen para verla en su tamaño original)

 

Infográfico sobre el virus del ébola que, además de presentarnos al organismo con todo detalle, explica sus principales características.

 

Una vuelta de tuerca psicodélica a la manera en que habitualmente se representan las funciones matemáticas. Ya no más aburridas y monocromáticas gráficas. Mejor estos atractivos vórtices casi fractálicos que en sus caprichosas formas esconden la precisión numérica: las áreas en negro corresponden al valor 0 (cero) y el blanco a números infinitamente grandes y, por ende, los valores en medio de estos son también las tonalidades intermedias. Cada color representa además un número complejo específico.

 

Representación tridimensional de la mitosis, el proceso mediante el cual se divide una célula. La parte azul es la membrana celular y en amarillo los cromosomas. Flotando arriba se encuentra la MiniSOG, una proteína fluorescente utilizada para etiquetar cromosomas.

 

Inspirada en la estética lovecraftiana, esta imagen es la proyección de células cancerígenas, específicamente de cáncer de seno. En verde, un anticuerpo diseñado para combatirlo, el TRA-8.

 

Nanotubos de carbón que probablemente se utilicen pronto en la fabricación de transistores, sensores y otros electrónicos.

[Wired]