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La fiesta del fin del mundo: sexo, drogas y revolución en el Apocalipsis

Por: Jimena O. - 09/01/2011

La inminente ruptura con el sistema y el fin del mundo como lo conocemos es también el extraño atractivo de una fiesta definitiva: sexo, drogas y revolución,

La fiebre apocalíptica que se intensifica al acercarnos al 2012, ese mito moderno de la revolución o la destrucción, es un terreno fértil para la imaginación y la creación artística. Al imaginar el punto sin retorno que transforme el mundo como lo conocemos, es común ver un raudal de caos y demencia azotando las calles y hasta una gran fiesta, una especie de rave planetario en el que los demonios se enfrentan a los ángeles (o copulan con ellos) hasta que se  obligue, sobre el fuego del sacrificio, el advenimiento del amanecer.

James Curcio, del subversivo sitio Modern Mythology, acaba de publicar una novela sobre esta utopía/distopía en la que el hombre llegue al límite y la fiesta —sexo, drogas y rock and roll— estalle en un disturbio cósmico que raye sobre la pantalla de la historia la grieta y la letra de una nueva civilización. 

"Es un horizonte de sanidad con un grupo de jóvenes que se escapan de una institución mental y se dan cuenta que son semidioses", dice Curcio, quien sitúa su novela al fin del imperio estadounidense, once años de caos y desastres naturales después del 2012. 

Curcio marca un proceso cíclico que se viene comunicando desde el inicio de la historia, una revelación de ruptura con el viejo paradigma, que necesita de un sacrificio divino para que surja un nuevo mundo: el huevo de fénix que se abre. La fiesta que finalmente tira la casa. Anarquía al alba. Si de todas formas la clase gobernante está acabando con el mundo y con tu vida, vete con un estallido y  destruye su sistema.

[Party at the End of the World]