*

Burócratas se burlan de miles de indígenas colombianos cambiándoles su nombre

Sociedad

Por: Luis Alberto Hara - 07/22/2011

En un abuso del poder burocrático que sobrepasa todo exceso imaginable, miles de indígenas colombianos pertenecientes a la etnia wayuu pierden su nombre original a cambio de otros como Cosita Rica, Alka Seltzer, Coito o Raspahierro.

Con la supuesta intención de registrar oficialmente a miles de miembros de la etnia wayuu, funcionarios del Registro Civil colombiano se acercaron a los indígenas para tramitarles su cédula de identidad, documento necesario para votar en las elecciones y que, al parecer, revela la intención secreta de estos censores: utilizar políticamente a los wayuu lucrando con la indiferencia pública en la que viven.

Como era de esperarse teniendo en cuenta el nivel de marginación que en casi toda América Latina sufren los llamados pueblos originarios, prácticamente ningún wayuu entendió las preguntas que en español les hacían los recién llegados, pero éstos, en vez de explicarse o buscar la manera de hacerse entender, aprovecharon la ocasión para mofarse de los indígenas imponiéndoles nombres como Tarzán, Marilyn Monroe, John F. Kennedy o Bolsillo y registrándolos así en la cédula de identidad, burlándose al mismo tiempo de las personas y también de toda la tradición que ellos han conservado a lo largo de los siglos y que en un acto de misteriosa preferencia viene a cifrarse en un nombre.

Esta situación fue denunciada en un primer momento por Esthercilia Simanca, abogada y escritora wayuu y autora del libro Manifiesta no saber firmar, mismo que después inspiró a Priscila Padilla para dirigir el documental Nacimos el 31 de diciembre. En ambos se relata y se recogen testimonios de este vejatorio empadronamiento padecido por al menos cinco mil indígenas wayuu. Por cierto, ambos títulos aluden a las leyendas que se repiten en todas estas credenciales: "nació el 31 de diciembre" y "manifiesta no saber firmar", con las cuales los funcionarios evadieron toda responsabilidad de indagar los verdaderos datos del registrado.

Aunque el director del Registro Civil, Jin Anthony Cotrino Sossa, reconoció que dichas cédulas existen, dijo también que basta la huella de la persona para que el documento y el nombre ahí asentado sean legales, sin importar cuál sea porque no existe una ley colombiana que, como la promulgada recientemente en Nueva Zelanda, restrinja la elección del nombre, sin tomar en consideración las muchas y evidentes señales de la franca voluntad de escarnio por parte de los burocrátas.

La etnia wayuu habita en la península de La Guajira, una región costera del Caribe que comparten Colombia y Venezuela. Se dice que es, hasta la fecha, un pueblo indómito, porque nunca pudo ser sometido por ningún conquistador. Su notable espiritualidad dio origen a una fuerte tradición chamánica y de oniromancia que todavía practican.

El siguiente video documental Nacidos el 31 de diciembre narra lo sucedido y recoge testimonios de los wayuu.

[Semana]