Como parte del clásico doumental de surf, "Billabong Odyssey", Mike Parsons se desliza por esa monstruosa ola de más de 20 metros, coqueteando a la vez con la muerte y con la eternidad. La fuerza pura del mar y la velocidad, la excitación y el más delicado equilibrio se conjugan.
El documental de Billabong se propuso seguir a los mejores "big wave surfers" por más de un año a distintas partes del mundo en la épica búsqueda de la ola surfeable más grande del mundo. Parsons recibió 60 mil dólares por surfear ola, en su momento la más grande de la historia documentada (66 pies). El mismo Parsons rompió su récord en el 2008 surfeando una ola de más de 70 pies.