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En un dilema entre la libertad de expresión y el sentido común de la buena moral, las librerías públicas de Nueva York permiten a los usuarios ver pornografía

Si no te importa la paz mental de los demás y puedes envolverte en tu propia esfera con facilidad y repantigarte en el kink, las librerías públicas de Nueva York podrían ser tu lugar favorito para ver a personas teniendo sexo en el internet. Especialmente si eres un veterano que no puede conseguir novia ni trabajo y no te alcanza para una conexión de internet.

Y aunque sería normal pensar que computadoras streameando porno no son la mejor forma de crear un ambiente que favorezca el estudio y la misión de promover la cultura, la congresista de Nueva York, Angela Montefinise, hace ver que la constitución de Estados Unidos incluye el derecho de navegar por YouPorn: “En deferencia  a la Primera Enmienda protegiendo la libertad de expresión, la Librería Pública no puede prohíbir a mayores de edad a acceder a contenido para adultos que es legal”.

Este es un pegajoso dilema, ya que todo el mundo está de acuerdo en que se debería de tener acceso libremente a la información en una sociedad libre. Y existen casos como los de personas que están haciendo estudios de semiótica o de sexismo y necesitan investigar el porno. Pero también existen casos en los que habrán niños haciendo su tarea a lado de individuos que están viendo un gang bang o un bukake en HD y será difícil que esto no cautive su atención. O ni siquiera tienen que ser los niños, seguramente no quisieras estar tratando de concentrarte en un poema prerrafaelista o intentando penetrar los misterios de la mecánica cuántica  a lado de un tipo que está viendo escenas de adolescentes desfloradas por portentosos falos.

La masturbación en público si es ilegal pero por el momento ver pornografía en lugares públicos de la Gran Manzana entra en una laguna.

[Gizmodo]