El desarrollo de armamento ha sido, tristemente, uno de los mayores detonantes de innovación tecnológica a lo largo de la historia humana. Basta recordar los múltiples beneficios tecnológicos de los que gozamos un par de décadas después de la Segunda Guerra Mundial, y el mismo fenómeno que ocurrió tras la Guerra Fría. Pero obviamente, para que la sociedad disfrute de los beneficios de estas innovadoras herramientas deben de transcurrir varios años después de que son aprovechadas en un entorno militar. Para confirmar esto basta comprobar que el antecedente directo de la World Wide Web, la ARPANET (Advanced Research Projects Agency Network) fue puesta en marcha a mediados de los sesentas por el gobierno estadounidense y no fue hasta más de veinte años después que sus mieles comenzaron a llegar a la sociedad civil.
En este mismo contexto existe un caso bastante interesante que es el de Japón, nación que ha destacado por un envidiable e innovador espectro tecnológico que esta plenamente a disposición de sus habitantes. La explicación de este fenómeno es simple: esta directamente ligado al veto que recibió el gobierno japonés tras su participación en la Segunda Guerra Mundial y que le impidió desarrollar armamento. Esto se tradujo en que todos los recursos que los japoneses hubiese destinado a la elaboración de armas fueron canalizados a la construcción de tecnologías civiles.
Curiosamente, y a pesar de las lecciones históricas que nos han dado las guerras como una herramienta geopolítica y financiera, resultando en una segregación de la población y altos costos morales, económicos, y sociales, el mercado de las armas aún sigue siendo uno de los mayores del planeta y la cantidad de dinero así como recursos científicos y de investigación que se le invierten rebasa por mucho el de cualquier ámbito de desarrollo social. Recientemente el sitio Alternet denunció que el presupuesto estadounidense asignado para su ejército en 2012 es de $1.2 billones de dólares (más de un millón de millones) y hoy nos encontramos con una serie de futuristas armas que están recibiendo casi infinitos fondos para su construcción.
Y para complementar la reflexión en torno a nuestra patológica obsesión por desarrollar nuevas y más letales herramientas, Pijama Surf te presenta una lista de las diez armas, o tendencias armamentistas, que más llaman la atención por su enorme potencial destructivo y que son completamente ajenas a la dignidad que alguna vez pudo tener el enfrentamiento con espadas u otras armas que por lo menos obligaban a un contacto de miradas previo a iniciar el combate:
Armas autónomas
Este rubro se refiere a vehículos robotizados diseñados para rastrear y destruir a las tropas enemigas sin arriesgar a las tropas amigas. El sistema computarizado que rige estos robots bélicos escanea el escenario y descarta de sus ataques a aquellos soldados o vehículos que contienen un chip, el cual le indica que se trata de aliados.
Láser de alta energía
Poderosos rayos que viajan través del aire, a la velocidad de la luz y en línea recta, y que pueden alcanzar con increíble precisión objetivos que se encuentran a miles de kilómetros de distancia.
Armas espaciales
Situar armas en el espacio exterior permite dominar el escenario completo sin obstáculos visuales. A través de sistemas satelitales se puede alcanzar cualquier objeto que se encuentre en el aire, el agua, o la tierra de nuestro planeta, e incluso pueden atacar otras estaciones militares instaladas fuera de la atmósfera terrestre.
Aeronaves hipersónicas
Pueden superar la velocidad Mach 5 lo cual significa que sin importar de donde despeguen podrían llegar a casi cualquier punto de nuestro planeta en un lapso de dos horas. Además, su velocidad les permite transportar satélites a la órbita baja de la Tierra.
Sistemas para controlar manifestantes
Funcionan a través de microondas y permite dispersar rápidamente a un grupo de manifestantes sin ocasionarles “daños mayores”. El rayo que emiten es de 95 gigahertz que se incrusta en la sección superficial de la piel humana ocasionando un severo dolor en menos de cinco segundos.
Misiles nucleares
El lanzamiento de explosivos nucleares ha encontrado en los misiles su última sofisticación ya que permite definir objetivos precisos, incluso si se encuentran al otro extremo del planeta, y alcanzarlos rápidamente.
Tasers
También diseñadas para reprimir grupos de protesta, estas pistolas lanzan dardos que emiten descargas eléctricas instantáneamente desactivando el control muscular de una persona.
e-Bombs
Bombas virtuales que emiten pulsos de microondas para deshabilitar cualquier sistema electrónico, incluidas fuentes de energía y redes de computadoras.
Estaciones anti-misiles
La mejor opción para neutralizar un ataque de misiles. Su sistema permite destruir un misil ya sea desde antes e su lanzamiento, mientras esta en el aire, o incluso cuando esta afinando su trayectoria para alcanzar el objetivo final.
Ataques informáticos
Esta técnica interfiere con el flujo de información vital para la operación de tropas enemigas y simultáneamente blinda los canales amigos de información. Incluye el bloqueo de transmisiones televisivas, radiofónicas, e incluso la distorsión de mensajes para generar confusión.