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La narcoficción se desborda: "Los Caballeros Templarios" ahora firman mantas

Por: Jimena O. - 03/10/2011

Por si no fuera suficientemente surreal el escenario narco mexicano, un nuevo grupo entra en acción bajo el nombre de la legendaria y místico-militar órden fundada en el siglo XII "Los Caballeros Templarios"

La extravagante narcoficción que ha contribuido significativamente a construir la realidad contemporánea de México parece haber lanzado un nuevo episodio. Esta mañana el estado de Michoacán despertó con una treintena de mantas firmadas por un, aparentemente, nuevo grupo: Los Caballeros Templarios. El sugerente nombre que han adoptado estos emisores anónimos alude directamente a una de las más poderosas órdenes místicas (y militares) de los primeros siglos del milenio pasado.

Curiosamente el surgimiento de los narcotemplarios se da precisamente en el estado donde ha operado el único cartel del narcotráfico que fusiona sus prácticas criminales con una doctrina cuasi religiosa: La Familia. Recientemente, ante la caída de uno de los principales líderes de uno de los principales líderes de este grupo, quien cayó abatido en diciembre de 2010, pudimos ver manifestaciones de devoción popular, entre un sector de la población michoacana, que veneraban a Nazario Moreno González no sólo como un redentor social sino como un líder espiritual.

Todas las mantas instaladas esta mañana en distintas ciudades de Michoacán replicaban el mismo mensaje: “A la sociedad michoacana le hacemos de su conocimiento que a partir de hoy estaremos laborando en el lugar, realizando actividades altruistas que antes realizaban los de La Familia Michoacana, estamos a la orden de la sociedad michoacana para atender cualquier situación que atente contra la integridad de los michoacanos. Nuestro compromiso con la sociedad será salvaguardar el orden, evitar robos, secuestros, extorciones y blindar al estado de posibles intromisiones rivales. Atte. Los Caballeros Templarios."

En el mensaje se confirma algo ya sabido: el narcotráfico en México asume roles frente a la sociedad que originalmente le corresponderían al gobierno, algo más o menos entendible si partimos de que un gobierno pésimamente organizado coexiste en un territorio con grupos criminales que evidentemente tienen más claridad en sus objetivos y mayor eficacia para alcanzarlos,. Esto termina por dar vida al fenómeno de suplantación orgánica de poderes. Sin embargo, lo que realmente llama la atención es el carácter místico de este nuevo grupo.

La Orden de los Templarios, originalmente llamada La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, fue fundada alrededor de 1118 en Francia con un noble fin: proteger a los peregrinos que realizaban su caminata ritual hacia la tierra sagrada de Jerusalén. Ya con el tiempo la orden acumuló un enorme poder financiero, militar, y político, y eventualmente tuvo acceso a un ancestral legado de conocimientos secretos que, aparentemente, terminaron por consagrar su determinante ingerencia en el rumbo de occidente. Representados por la distintiva insignia del manto blanco con una cruz roja en el centro, los templarios ejercieron un notable dominio en la Europa de los siglos XII – XIV hasta que en 1312 fueron condenados por la Iglesia Católica.

Pero si los grupos narcotraficantes en México ya controlan buena parte del flujo financiero, se encargan, en algunos casos, de labores sociales, y mantienen el control de la violencia, al parecer lo único que resta para consumar su imperio es comenzar a influir en la vida espiritual de la población. ¿Y si esta nueva organización criminal tiene prevista la configuración de un código moral que incluso coqueta con la mística, estaremos presenciando el literal desbordamiento de la narcoficción en México? ¿Será que el narcodiscurso actuará como el principal pulso de realidad en la actualidad mexicana? ¿Somos ya sus esclavos narrativos?

Es interesante considerar que el último gran maestre de la Orden de los Caballeros Templarios, Jaques de Molay, es considerado una especie de santo patrón de los masones. Incluso, según varias leyendas, los Templarios son los guardianes del santo grial. ¿Hasta que punto el narco y los políticos mexicanos en su tejido indisociable están conscientes de los símbolos que manejan, de los linajes que usurpan?

Non nobis, Domine, Non Nobis, Sed Nomine Tuo Da Gloriam ("No a nosotros Señor, no a nosotros, sino a tu Nombre da toda la gloria")