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A veces la muerte, al límite, puede servir como un detonador del libido

Tal vez porque a lado de la muerte acecha el renacimiento, investigadores israelíes han notado que muchas veces el pensamiento relacionado con la muerte sirve como un estimulante libidinal.

Un estudio incial en 36 mujeres y 40 hombres mostró que pensar en la muerte para los hombres propició un sentimiento de deseo de participar en relaciones sexuales con una persona que apenas habían conocido, más que a los que no se les había sugerido pensar en la muerte. En las mujeres no fue el caso. Sin embargo, en otro estudio realizado en California, mujeres a las que se les sugirió pensar en la muerte y después en una cena romántica con velas se mostraron más deseosas de participar en un encuentro sexual que aquellas mujeres a las cuales sólo se les sugirió participar en una velada romántica pero no pensar en la muerte. Un tercer estudio mostró la misma tendencia en hombres y mujeres.

Los investigadores creen que ante circunstancias morbidas, las personas buscan el sexo como una forma de obtener confianza para paliar ese abismo amenazante.  Por otra parte quizás la muerte esté, esencialmente, generando el deseo de renacer, algo que en el ser humano generalmente se obtiene a través del sexo, como una secreta fuente de la juventud.  Cómo se dice popularmente, si va llegar el fin del mundo que llegue mientras tienes sexo (ppr eso de la posible fusión).

[Research Digest]