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El ciberataque a empresas como Mastercard o PayPal no constituye una amenaza real al sistema, es solamente un 'glitch', escribe el maverick de los nuevos medios, Douglas Rushkoff.

Uno de los analistas más brillantes de los medios de comunicación en la actualidad, Douglas Rushkoff, escribió un artículo para CNN sobre WikiLeaks y la operación de hackers anónimos que se han montado en la ola transparente anti-sistema. Rushkoff, originalmente uno de los grandes entusiastas en los poderes de internet para expandir la mente y fomentar la libertad de información, es cauto ante la excitación generalizada que estos hackers han generado en la sociedad civil que apoya a WikiLeaks y se opone al aparato político que censura y sumprime del sistema financiero a este sitio de filtraciones.

En la euforia de los hackers atacando a Mastercard, PayPal o Visa, se empiezan a usar términos grandilocuentes como ciberguerra, sin embargo Rushkoff advierte que estos ataques son sólo un "glitch", una falla menor en el sistema de poder, y no una amenaza mayúscula. Ante el deslumbramiento superficial de ver que empresas emblema del sistema actual son atacadas, se nos olvida que estos ataques a sus sitios web  son a lo mucho simbólicos, sin generar mayores problemas, mientras empresas como Mastercard, Visa o PayPal pueden cortar de tajo sin ningún problema los mecanismos para recibir dinero de una persona o una empresa, de forma similar un banco puede congelar los fondos de un país percibido como una amenaza en el esquema global.

Rushkoff también nos alerta a que el espacio de servidor que aloja a nuestros sitios web es propiedad de una compañía privada que en cualquier momento, como Amazon a WikiLekas, puede decidir cortarnos la válvula de éter y eliminarnos del Internet y está en su derecho de hacerlo (aunque pueda ser criticado como Facebook hace unos meses cuando eliminó la página de WikiLeaks). No obastante la libertad que podamos sentir mientras posteamos en nuestro blog o en una red social como Facebook, en cualquier momento, si no cumplimos con las normas de las personas que controlan estas redes de información, podemos ser suprimidos (Facebook y Twitter, por ejemplo, rápidamente desactivaron las cuentas de las personas que participaron en los ataques DDOS (denial of service).

"No, la lección verdadera del caso de WikiLeaks y sus subsecuentes ciberataques no es lo díficil de manejar que el internet se ha vuelto, sino lo susceptible que es su arquitectura actual al control vertical".

Rushkoff, autor del libro Life Inc., donde exhorta a la creacioón de economías y monedas locales descentralizadas, por fuera del sistema financiero actual basado en la deuda, propone una alternativa:

"La facilidad con  la que PayPal y Visa pueden cortar a alguien de nuestra intención de donación, por ejemplo, apunta hacia las transacciones entre iguales (P2P) e incluso a divisas que permitan la creación y transmisión de valor fuera del sistema bancario tradicional.

"La facilidad con la que la llamada telefónica de un senador puede cerrar un sitio web lleva a los arquitectos de redes a evaluar nuevos métodos de distribución de información en los que no se dependa del manejo de dominios del gobierno o de las corporaciones para un funcionamiento efectivo.

"Hasta entonces, al menos, la instituciones que detentan el poder sobre cómo funcionan y cómo funcionan nuestras redes seguiran ejerciendo su poder bajo una nueva constricción: deben de hacerlo a la luz del día".

Leer artículo original en inglés